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A más tardar en 15 años el caudal del Río Yaqui podría disminuir con la construcción de una presa en Chihuahua que se abastecerá con agua del Río Papigochi, ubicado en el estado vecino y principal afluente del Yaqui al que aporta casi el 50% del caudal que éste transporta por tierras sonorenses hasta llegar a nuestro valle.
La construcción de esa presa ya tiene permiso del gobierno federal y su funcionamiento se vuelve indispensable conforme avanza la sequía propiciada por el calentamiento global y crece la demanda de la capital Chihuahua y de la zona agrícola contigua a Cd. Camargo, afirma Rodrigo González Enríquez.
El proyecto inicial del gobierno chihuahuense es construir una presa hidroeléctrica; pero una vez que se incrementa la demanda y disminuye el abastecimiento de las fuentes tradicionales el almmacenamiento de una presa ya no es sólo para generar energía sino también para abastecer ciudades y valles, señala el investigador del Itson especializado en temas del agua.
Cita el caso de El Novillo, presa construida como hidroeléctrica y que ahora es utilizada también para abastecer a Hermosillo a través del acueducto Independencia. Lo mismo sucederá con la presa del Papigochi.
Los efectos del calentamiento global tamnbién se resentirán en las tres presas de la cuenca del Río Yaqui -La Angostura, El Novillo y El Oviáchic-.
Dentro de 15 años, advierte González Enríquez, se perderán más de 1 mil millones de metros cúbicos en las tres presas de la cuenca del Yaqui.
Pero aún no se tiene un plan concreto para enfrentar este escenario catastrófico con la única opción disponible: la construcción de más plantas desaladoras.
Esta opción no se piensa sólo para abastecer a Hermosillo y otras ciudades del centro de Sonora. Dentro de unos años será más probable que se construyan para el abastecimiento del Valle del Yaqui y Cd. Obregón, que se encuentran junto al mar y por lo tanto es más económico su tranporte vía acueducto.
Para quienes dudan aún de los efectos del calentamiento global o los consideran aún lejanos, basta informarles que ya están resintiendo en el sur de Sonora con el aumento del nivel del agua en las costas, producto del deshielo en el Polo Norte.
Al subir el nivel del mar en las costas, expone el investigador del Itson, las granjas agrícolas deben construirse más adentro de tierra firme y eso implica más intrusión en terrenos agrícolas.
"Ese el problema que se ha generado en El Riito, Huatabampo, donde las granjas camaronícolas que bombean agua del mar infiltraron drenajes parcelarios y ensalitraron los suelos", comenta.
Este tipo de conflictos irán en aumento los próximos años y aún no se ha diseñado una estrategia para prevenirlos o corregir las causas, reitera Rodrigo González.
Otro peligro latente en la cuenca del Río Yaqui es el incremento de permisos para la explotación minera, una actividad que consume mucha agua y propicia fuertes problemas de contaminación.
En este aspecto, añade González Enríquez, hay que revisar las minas que se abrirían a la explotación en la Cuenca del Yaqui y los controles de impacto ambiental que se establezcan.
Hasta aquí los comentarios del investigador del Itson, y la conclusión editorial de Infocajeme:
Ya se ha resuelto un conflicto político, el propiciado por el Acueducto Independencia, pero eso se hizo reduciendo el agua disponible para Cajeme con el apoyo de diputados locales y con la compra del movimiento opositor a cuyos dirigentes se les ha beneficiado con cargos públicos, dinero y maquinaria.
