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La detención en España del exgobernador de Coahuiila y exdirigente del PRI, Humberto Moreira, debe ser una señal de advertencia para el exgobernador sonorense Guillermo Padrés Elías.
En España Moreira fue detenido como presunto responsable de lavado de dinero.
Ahora Moreira es acusado en E.U. de haber transferido 35 millones de dólares "que fueron robados del erario de Coahuila", afirman los fiscales del estado de Texas.
El mismo delito que las autoridades de E.U. atribuyen a Guillermo Padrés y que las autoridades judiciales de Sonora tienen como línea de investigación en el proceso que se sigue contra la pasada administración estatal.
A este delito podría añadirse los que finque el SAT en contra de Padrés Elías por haber hecho mal uso de las atribuciones fiscales como gobernador.
Pero más allá del grado de responsabilidad que se le demuestre a Padrés en estas investigaciones, el escándalo por la detención de Moreira puede ser más decisivo para definir la suerte del sonorense.
El priismo nacional ha sido tocado por el tema Moreira en el inicio de un año electoral muy importante pues están en juego 12 gubernaturas y el resultado de estas elecciones puede marcar la suerte del PRI de aquí al 2018.
Urge pues a los priistas "empatar" la situación difícil propiciada por la exhibición delictiva de Moreira, y el caso más cercano que tienen en la oposición es el de Guillermo Padrés.
Así, se espera que en los próximos días se acelere y profundice la investigación judicial contra el exgobernador sonorense a quien tienen a punto para "cocinarlo".
Y Padrés, al parecer acorralado, no tiene otra más que atender el viejo refrán: "Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar".
