No cabe duda que una pequeña idea puede cambiar al mundo, siempre y cuando se tenga la determinación para trabajar y poner todo el empeño en convertir a ésta en una realidad.
Esto fue lo que pensó Elizabeth Holmes a sus 19 años cuando cursaba el segundo año de Ingeniería Química en Stanford University y decidió dejar sus estudios para crear un dispositivo que cambiara la forma en la que se realizan los estudios sanguíneos inspirada en un miedo y una inspiración que la persiguió desde su infancia.
La industria de los laboratorios y dignósticos médicos está valuada en más de 76 mil millones de dólares, por lo que pensar en entrar a ella no es una cuestión sencilla, mucho menos para una joven universitaria que dejó todo con tal de ver realizado su sueño.
“En el momento en que tienes plan de respaldo, estás admitiendo que no vas a tener éxito”.
Una fobia por las agujas aunado a unas prácticas universitarias en Singapur, dieron la idea a Elizabeth de crear un dispositivo que fuera menos agresivo o doloroso con los pacientes al momento de realizarse pruebas sanguíneas, con resultados más rápidos y de un costo mucho más económico para que fuera al alcance de todo el mundo.
Durante cerca de 10 años trabajó en secreto en la creación de este dispositivo bajo la idea de alejar las agujas y torniquetes de las pruebas sanguíneas, para ello decidió dejar sus estudios universitarios tal y como lo hicieran Steve Jobs o Bill Gates al revolucionar la tecnología moderna con la creación Microsoft o Apple, o como Mark Zuckerberg lo hiciera en las redes sociales con Facebook.
Fue así como nació Theranos, un laboratorio médico en el que con una sola gota de sangre, en un envase más pequeño que una moneda de 10 centavos, pueden realizar hasta 70 pruebas de laboratorio y obteniendo resultados en horas, mucho mechos tiempo de espera que los 3 días convencionales.
Actualmente y a 12 años de su creación, Theranos ya cuenta con certificación de la FDA y tiene un valor aproximado de 9 mil millones de dólares, con Holmes manteniendo el control de más del 50% del patrimonio de la compañía, además de contar con 26 patentes en Estados Unidos y 66 en el resto del mundo.
Así mismo, la meta de Elizabeth Holmes para el futuro es meta de crear un centro Theranos Wellness Center a un máximo de 8 kilómetros de cualquier ciudadano estadounidense y hasta 1.6 kilómetros en grandes ciudades, con la finalidad de llevar sus estudios a la mayor cantidad de gente posible.
Biografía
Elizabeth Anne Holmes nació el 3 de febrero de 1984 en Washington, D.C. hija de Christian Holmes IV, un antiguo trabajador de la USAID, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, y de Noel Anne, una asesora personal de un miembro del Congreso de los Estados Unidos.
Tiene un hermano, Christian Holmes V, quien es el Director de Gestión de Producto de Theranos.
Elizabeth y su familia se mudaron a Houston cuando ella tenía 9 años, debido al trabajo de su padre, por lo que asistió a la St. John`s School.
Posteriormente, ella y su hermano aprendieron el idioma mandarín, debido al trabajo que tenía su padre en China, en donde ella vivió durante sus años de adolescencia.
Tras regresar de China y graduarse de preparatoria, se inscribió para estudiar Ingeniería Química en Stanford University.
Cabe mencionar que Elizabeth tuvo desde muy pequeña la intención de estudiar medicina, luego de leer sobre su tatarabuelo Christian R. Holmes, un cirujano, ingeniero y veterano condecorado en la Segunda Guerra Mundial. A su vez, fue decano de la Facultad de Medicina de la Universidad, en donde un hospital lleva honoríficamente su nombre.
Sin embargo y con el paso de los años, ella se dio cuenta que sufre de belonefobia, miedo a las agujas. Este temor sería otra de las motivaciones para crear su empresa y alejarse de sus intenciones por estudiar medicina.
Ya en Stanford, Holmes fue nombrada uno de los “Presidentes Escolares” ganando una beca de $3,000 dólares, el cual terminó invirtiendo en un proyecto de laboratorio gracias a los consejos de su profesor Channing Robertson.
Mientras tanto finalizó sus estudios de chino mandarín en diversos cursos de verano en Stanford, por lo que pudo conseguir una plaza para realizar prácticas en el Instituto del Genoma de Singapur en donde trabajaban para desarrollar nuevos métodos para detectar el coronavirus SARS Co-V en la sangre.
Durante estas prácticas se dio cuenta que había mejor maneras para realizar las pruebas que allí hacían, por lo que a su regreso escribió una patente para un dispositivo portátil que administre un medicamento dependiendo las variables en la sangre del paciente, ajustando la dosis.
Esto fue apoyado por su profesor quien le recomendó agregarle un chip para telefonía celular para convertirlo en una aplicación de telemedicina.
Finalmente en septiembre de 2003, Elizabeth presentó la solicitud de patente en Estados Unidos bajo el nombre “Dispositivo médico para monitoreo analítico y suministro de medicamentos”.
Luego de presentar la patente y a sus 19 años, propuso al profesor crear una empresa utilizando el dinero de sus padres para su educación, por lo que abandonó sus estudios en Stanford y fundó en Palo Alto, California, la empresa Real-Time Cures, nombre que posteriormente cambiaría por Theranos, una mezcla de las palabras “therapy” y “diagnosis”, terapia y diagnóstico en inglés.
La empresa inició en el sótano de una casa universitaria contando con ella como la única trabajadora y con el Profesor Robertson como Director de la Empresa.
En los próximos 10 años, la empresa creció exponencialmente aumentando sus fondos hasta 400 millones de dólares, gracias a la inversión de la entidad financiera Draper Fisher Jurvetson y de Larry Ellison, fundador y antiguo CEO de Oracle.
Durante este tiempo la empresa creció hasta llegar a 500 trabajadores, sin embargo se mantuvo operando de “modo secreto” para evitar posibles filtraciones de información. De hecho, debido a esto en el año 2007 la empresa demandó a tres empleados por apropiación indebida de secretos comerciales.
Vida personal
A sus 31 años y con una fortuna que ronda los 4,600 millones de dólares, Elizabeth Holmes es actualmente la mujer multimillonaria más joven del mundo, ocupando el lugar 121 de la lista Forbes 400 del 2015.
Así mismo, es habitualmente comparada con míticos personajes de Silicon Valley como Mark Zuckerberg o Steve Jobs, no sólo a que ellos también abandonaron sus estudios universitarios para dar pie a sus exitosas compañías, sino debido a su forma sobria de vestirse y comportarse, utilizando siempre pantalones y blusas de cuello alto en color negro, que los complementa con tacones y una suave voz al hablar en público.
Gracias a su millonaria idea y a las múltiples apariciones en revistas y congresos, Elizabeth Holmes es ya un ícono de superación y liderazgo, en especial para muchas mujeres emprendedoras a quienes afirama que nunca ha considerado un problema el ser mujer para salir adelante y luchar por sus sueños
Agri Feed International, L.L.C.
