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Desde el aire, aviones con tecnología para detectar la presencia de seres humanos; a ras de tierra, metro a metro entre la espesa vegetación de la sierra, cientos de soldados de la Marina buscan a "un hombre".
Y los lugareños saben quién es ese hombre: Es el "Señor"... es "Don Joaquín".
Y no sólo lo saben, también han tenido que pagar las consecuencias de esta intensa operación militar. La metralla lanzada desde los aviones ha alcanzado las casas de los pobladores de la sierra. Entre el asombro y el pánico han debido salir de sus casas y buscar refugio en los pueblos más cercanos, Cosalá entre éstos.
"Nos han dicho que levantemos las manos para que nos vean desde los aviones y no nos disparen", dice una mujer. Y enseguida suelta el llanto por el miedo vivido cuando tuvieron que dejar sus comunidades y moverse por brechas serranas mientras el ruido de la metralla caía desde el cielo y retumbaba entre cerros y cañadas.
Es el drama que viven las comunidades serranas enclavadas en esta tierra de nadie, ni de Sinaloa ni de Durango, ni siquiera de los cuerpos militares que hoy la peinan metro a metro buscando a "un hombre", al "Señor". Es la tierra del narco y aquí todo puede pasar. Incluso que el Chapo esté detrás de un matorral por donde pasan los soldados sin darse cuenta.
El miedo a un nombre
Hasta el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, elude mencionar al Chapo Guzmán cuando habla de él. Un reportero tiene que pedir a Malova que precise de quién habla:
Los operativos de la Marina en la zona serrana de Sinaloa y Durango tienen como objetivo capturar a Joaquín El Chapo Guzmán Loera, admite el gobernador sinaloense.
‘‘Sabemos que hay un objetivo, que es un operativo dirigido por las fuerzas especiales que vienen directamente de la Ciudad de México; ustedes (los periodistas) ya saben detrás de quién andan, pues hasta ahorita no ha habido resultados; ese es uno de los objetivos que trae el grupo especial’’, sostuvo.
–¿De El Chapo Guzmán? –se le preguntó.
–Sí, señor –respondió el gobernador de Sinaloa.
López Valdez dice que es normal que haya temor entre los habitantes de esta región –como los de Tamazula, Durango– por estos operativos, pero una vez que concluyan volverá la tranquilidad.
El martes de la semana pasada pobladores de al menos ocho comunidades de los municipios de Tamazula y Cosalá, en Durango y Sinaloa, respectivamente, denunciaron ‘‘abusos’’ de la Marina, disparos contra sus viviendas y la desaparición de ocho personas.
El sábado, cerca de 200 pobladores de esta región fueron desplazados a Cosalá, acompañados por activistas de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos. Los operativos fueron realizados por tierra y aire –con helicópteros artillados– y los pobladores se quejaron de que los uniformados les ordenaron no salir de sus viviendas, porque si los veían desde las aeronaves los iban a confundir y a disparar.
‘‘La verdad es que desde que esta persona salió del penal, lo están buscando y el gobierno federal trae operativos especiales en todo el país, de manera especial en su casa. Se ha dicho que ha estado en Tabasco, en Centroamérica; se ha mencionado que ha estado en Europa; la verdad es que el gobierno no cesa en su búsqueda’’, manifesta López Valdez.
