CD. DE MÉXICO.- La multa que se aplicará por la construcción de tres represos en el rancho Pozo Nuevo, propiedad de la familia del gobernador Guillermo Padrés, no es una "venganza política", aseguró David Korenfeld, director general de la Comisión Nacional del Agua.
El pasado 10 de septiembre, explicó Korenfeld, se inició una investigación en ese rancho derivada de una denuncia pública para comprobar "el cumplimiento de las disposiciones legales" en materia de aguas nacionales.
Durante las visitas realizadas por el Organismo de Cuenca del Noroeste de Conagua, se encontró que los represos impedían el libre flujo de agua hacia los pobladores del Río Sonora. Como resolución administrativa se obligó a los dueños del rancho a derribar las obras y pagar una multa de 4 millones 37 mil pesos, cuyo plazo se cumplirá este 17 de febrero.
El gobernador Padrés había declarado "Se me hace muy curioso que de 2 mil represos que hay en Sonora se haya escogido a los de mis hermanos, en verdad lo entiendo, hay venganzas políticas que se manejan".
Korenfeld negó que el fallo de la Conagua respondiera a esta situación: "No es una venganza política, porque estamos siguiendo procedimientos similares para muchos propietarios en esta región".
Adelantó que se sigue una investigación similar contra el exdirector del Organismo de Cuenca Noroeste, Germán Bleizeffer, cuyo predio también acapara el flujo libre del río. Dijo que, además, en todo el país se hacen más de 2o mil revisiones de este tipo.
Hasta ahora, agregó Korenfeld, se acumulan otras seis denuncias prioritarias a las que se da seguimiento en Sonora.
