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"¿Cuántos casinos hay en Cajeme?", preguntó el regidor Ascensión López Durán, y entre el público alguien gritó con la respuesta correcta: "¡Hay uno en cada abarrote!".
Sí, en cada tienda de abarrotes hay una maquinita donde se induce a los niños al vicio y donde las doñas, que antes aprovechaban el cambio o feria para comprar una manzana o un pan, ahora la echan a la "maquinita" y en un minuto se alejan con la cara decepcionada.
Pero este sólo fue un tema de los varios que abordó el profesor Ascensión en su informe de actividades en el primer año como regidor del cabildo cajemense.
Como pocos regidores, él sí desquita su sueldo en el servicio a la ciudadanía que acude a buscarlo para gestionar un apoyo, el respaldo a una inconformidad, la orientación para obtener un servicio... El cubìculo del profesor Lòpez Durán siempre está lleno de gente humilde que acude a él con la confianza de encontrar respuesta.
La experiencia del profesor es amplia y la aplica cada día en el servicio a la gente. Pocos políticos tan íntegros como él en estos días.
