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Mientras que bastó una semana para que autoridades dieran con los violadores de las españolas agredidas en el puerto de Acapulco; resulta que para el caso de las “muertas de Juárez” la justicia no llega.
Quizás porque se trata de mexicanas y los reclamos de sus familiares no trascienden, como en el caso de las iberoamericanas, cuyo lío toca la esfera internacional y diplomática.
O peor aún, los feminicidios en Chihuahua van más allá de una banda de delincuentes menores, y se trata de un grupo poderoso de políticos, empresarios y gente de gran poder, como lo sugieren investigaciones paralelas a las oficiales, que realizan intelectuales independientes.
Y es que tal es la influencia de la red detrás del asesinato de mujeres en la frontera norte desde hace más de una década, que ni los gobernadores en turno, ni los poderes ejecutivo, legislativo y judicial dicen no saber qué pasa, y en consecuencia no hay responsables de los delitos.
No obstante para aparentar lo contrario se han formado en la Cámara de Diputados comisiones para el tema de feminicidios.
En esta 62 legislatura, la comisión para dar seguimiento a las acciones de las Autoridades Competentes en relación a los Feminicidios, que preside Guadalupe Flores del PRD, solicitó al gobernador de Chihuahua, César Duarte, datos sobre el tema, pues ni registros oficiales existen de las muertes de mujeres y desaparecidas.
El mandatario de extracción priista ya respondió a la solicitud: del 2008 a lo que va del 2013 se registraron mil 818 casos de niñas y mujeres desaparecidas. En promedio, en Chihuahua desaparecen 300 mujeres cada año, de las cuales, se localizan unas 10; según el informe estatal.
El documento da señales de que Duarte Jáquez se pondrá las pilas en el tema, al entregar datos duros que reflejan la grave problemática; además de que abrió también la página: www.fiscalíachihuahua.gob.mx
