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Lejos de aminorar, el problema del desempleo en los agrónomos ha crecido en los años recientes.
De tres mil ingenieros agrónomos que viven en la región, sólo mil, la tercera parte, tienen un trabajo estable; el resto permanece en el desempleo, afirmó Ramón Gálvez Chang.
El problema se agudiza con los bajos salarios que reciben la mayoría de quienes están empleados, añadió, sueldos promedio de 10 mil pesos que no van de acuerdo al servicio que proporcionan los agrónomos al sector productivo.
"El sueldo debería alrededor de 30 mil pesos, considerando que un agrónomo por su tipo de actividad tiene gastos altos de gasolina y automóvil", comentó.
Una de las causas de esta crisis, explicó, es el enfoque que los gobiernos han dado a las políticas públicas para el campo.
"El enfoque y los recursos se centraron en los organismos de productores, a quienes han beneficiados los programas de apoyo gubernamental, y se relegó a los técnicos", sostuvo.
Gálvez Chang recomendó a los agrónomos optar por alternativas de autoempleo, como la formación de sociedades rurales de producción, cooperativas, asociaciones civiles y otras figuras legales que les permiten bajar recursos de programas oficiales y aplicarse en las actividades propias de su profesión.
Sugirió asimismo la capacitación continua para no verse rebasados por las nuevas modalidades de la producción agrícola, en especial el desarrollo de tecnología de punta aplicada a las labores del campo.
