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Sí... pero no.
Con estas palabras podría sintetizarse la posición de Claudia Pavlovich Arellano ante la construcción del acuduecto Independencia.
Al referirle que este día se esperaba la llegada del presidente Felipe Calderón para inaugurar dicha obra, la senadora sonorense respondió en la forma ambigua como responden todos los políticos hermosillenses cuando visitan Cajeme, es decir, eludió la pregunta básica: ¿Está de acuerdo o no con el acueducto?
Su respuesta fue la trllada:
- Son necesarias todas las obras que ayuden a resolver la necesidad de agua de Hermosillo... pero no estoy de acuerdo con la forma como el Gobierno del Estado ha conducido este proceso, sin respeto a la legalidad..
Y como todos los políticos que no se creen obligados a hablar en forma directa con los ciudadanos a quienes deben su trabajo, ante la insistencia del reportero volvió a responder lo mimso:
- ...yo pido que se respete la legalidad.. etc.
Esta fue la mañana de Claudia Pavlovich Arellano en Cajeme, donde inauguró su oficina de atención pública.
Desde una hora antes de su llegada, ya la esperaban la mayoría de los invitados especiales: Alcaldes y exalcaldes, diputados locales y federales, líderes priistas, desde Rosario Rodríguez, dirigente estatal, a Adrián Manjarrez y las combativas mujeres de las colonias populares, además de los aspirantes a lo que sea y la indispensable nube de reporteros que acudimos a estos actos.
Todos esperando y ella, como la mujer joven, inteligente y guapa que es, fue la última en llegar, saludó a medio mundo y se dejó querer por los presentes.
Por fortuna su discurso fue breve, colmado de elogios a sus compañeras y compañeros de partido. Un saludo especial para el dirigente local, Adrián Manjarrez Díaz, quien parece tener amarrada la candidatura para la diputación del Distrito XVII.
En resumen, una mañana fresca, de alegría priista y de declaraciones reiteradas hasta el cansancio.
