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Reunidos en el recinto oficial de la Guardia Tradicional del Pueblo de Vícam, primera cabecera de los ocho pueblos Yaquis, participamos en el Segundo Foro Internacional en Defensa del Agua, convocado por la Tribu Yaqui, contando con la presencia de las Autoridades Tradicionales y el respaldo del Congreso Nacional Indígena. Asistieron también representantes de organizaciones de la sociedad civil, como el Movimiento Ciudadano por el Agua, pueblos, tribus y naciones indígenas de las Américas, quienes, después de escuchar y discutir las ponencias relacionadas con la grave problemática del agua en el mundo, en el país y en la región, acordamos manifestar las siguientes reflexiones, acuerdos y pronunciamientos:
1.- Realizamos este Segundo Foro Internacional en Defensa del Agua, cuando el mundo entero, y particularmente el continente europeo, viven una terrible agonía que pone en riesgo la existencia civilizada de esas naciones, como producto del fracaso de la globalización y su modelo económico neoliberal que prioriza y protege la especulación financiera en contra del bienestar de los pueblos. Los pueblos de España, Italia, Portugal, Francia y Grecia, se manifiestan masivamente en la calles procurando una alternativa al infierno que les depara la política económica imperante. Los Estados Unidos, sumidos en la peor depresión de su historia, y empujados por la vieja tradición imperial, a escenarios de guerra que pudieran encaminar al mundo a una confrontación nuclear.
2.- En México estamos al final de la presidencia de Felipe Calderón. Un gobierno, que se sometió en forma incondicional y entreguista a los dictados de la globalización. Con ello, se abandonó todo imperativo relacionado con la economía nacional; se mantuvo una política de desprecio a la producción nacional de granos básicos; se profundizó la dependencia alimentaria; se sostuvo la ausencia de una política nacional de industrialización y prácticamente se canceló todo estímulo verdadero al impulso en la investigación científica y tecnológica. La mediocridad sentó sus reales durante estos seis años, cuyos saldos más dramáticos se miden en los millones de mexicanos que se encuentran en pobreza alimentaria y los miles de muertos producto del montaje de una guerra estúpida y fraticida, cuya estrategia más pareció orientada a sembrar el terror que a combatir al crimen organizado.
3.- El extremo de estas políticas, es la agresividad con la que el gobierno ha pretendido terminar de despojar a la nación de sus vestigios de soberanía, reconocidos en el derecho de los mexicanos y de sus comunidades indígenas, a usufructuar los recursos naturales, como el petróleo y el agua, en beneficio de todos los mexicanos. El gobierno de Calderón, quizá como ningún otro, alentó esquemas de inversión para facilitar que interese privados, con fines especulativos, se apoderen del mercado del agua, para convertirla en una mercancía de su propiedad, alentando proyectos y obras motivados en la ganancia monetaria y opuestos a una política de mayor gestión del recurso para el progreso de todos.
4.- Emblemático de esta política, es la pretensión del gobierno de Calderón y Guillermo Padrés en Sonora, de desviar las aguas del Río Yaqui a la Ciudad de Hermosillo, con la construcción ilegal del llamado Acueducto Independencia. La obra se construye en desobediencia a una medida cautelar dictada por un Tribunal Agrario a favor de la Tribu Yaqui y en desconocimiento al hecho de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, atrajo el juicio de amparo favorable a la Tribu y en contra del permiso de impacto ambiental que fraudulentamente le otorgó la SEMARNAT al gobierno del Estado de Sonora.
La obra se pretende imponer por la fuerza, sin importar que la Cuenca del Río Yaqui no resiste la asignación de nuevos usarios, y que al hacerlo, se provocará un desequilibrio en la misma propinándole un golpe existencial a la Tribu Yaqui y una lesión estructural a los valles agrícolas del Sur de Sonora que aportan el 40 por ciento de la producción nacional de trigo. Esto, al momento en que se registra la peor crisis mundial de alimentos como resultado de su encarecimiento y escasez. Si esta región es afectada, el país sería orillado a una hambruna generalizada y quienes menos tienen y menos pueden, serían las primeras víctimas.
5.- Ante la comunidad nacional e internacional, es sabido que los territorios de los pueblos indígenas, son el último reducto de los recursos naturales. Los ríos, lagos, lagunas, ojos de agua, mares, litorales, esteros, humedales, bosques, montañas, cerros, animales, aves, etc., estos recursos son acechados por intereses financieros, nacionales y extranjeros, quienes pretenden saquearlos, apoyados por los malos gobiernos y malos gobernantes. Contra estos intentos criminales estamos decididos a utilizar, instrumentos de lucha nacionales e internacionales para reforzar nuestros sistemas y normas de gobierno autónomo, y enfrentar con éxito a los malos gobernantes que violan todas nuestras garantías como pueblos indígenas y nuestros derechos humanos estipulados en la declaración de las Naciones Unidas. Reconocemos que se hace necesario tomar en nuestras manos esos instrumentos para mantener la lucha por la libre determinación de nuestros pueblos y nuestros derechos originarios. Acudiremos a las cortes internacionales y nos acogeremos al artículo 28 de la declaración de las Naciones Unidas, mismo que protege a los pueblos originarios ante cualquier acto de autoridad que amenace sus derechos y su existencia.
6.- Con entusiasmo recibimos el mensaje de solidaridad y acompañamiento en nuestra lucha de parte de Cuauhtémoc Cárdenas Batel, quien a nombre de la familia Cárdenas, se pronunció en contra de la construcción ilegal del Acueducto Independencia y sostuvo que el abastecimiento de agua de Hermosillo tiene otras alternativas como la desalación de agua de mar para resolver sus problemas de desabasto. Manifestó que cuando se tiene que proteger la existencia de un pueblo o de una comunidad indígena, las cosas no se miden en dinero, y expresó que defender la existencia de los Yaquis es defender a la patria.
7.- Hacemos un reconocimiento especial a la larga vida de lucha del hermano purépecha, Don Juan Chávez Alonso, al hermano nahoa de Ostula, Trinidad de la Cruz, miembros del Congreso Nacional Indígena. La ausencia de ambos no significa un vacío, sino la fuerza para seguir luchando. Ellos son un ejemplo de los miles de indígenas que han dado su vida por la defensa del agua y la tierra a lo largo de varios siglos.
En la memoria de ellos, de todos los que se fueron y de los que están por venir, al cierre de este Segundo Foro Internacional, la Tribu Yaqui, como anfitriona de este encuentro, le dice a la Nación Mexicana y al mundo entero: no permitiremos la imposición del Acueducto Independencia; no admitiremos, que con este acto se asiente el precedente nacional de una política de exterminio en contra de las comunidades indígenas y en contra de la producción nacional de alimentos. Ahora como antes, los yaquis reivindican su derecho a permanecer y con ello manifiestan su convicción de que la existencia se defiende con la existencia.
¡¡¡NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS!!!
LA LUCHA POR LA AUTONOMÍA Y LIBRE DETERMINACIÓN SON PRINCIPIOS IRRENUNCIABLES DE LA TRIBU YAQUI.
TERRITORIO YAQUI, 21 DE NOVIEMBRE DE 2012
