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El registro de Rogelio Díaz Brown como precandidato del PRI a la alcaldía de Cajeme puso en evidencia un hecho objetivo: La desbandada afecta al tricolor.
Hace 12 años, el registro de Ricardo Bours requirió bloquear el tráfico de la calle Sinaloa para darle cabida a la gente que hizo una fiesta de este evento, como era costumbre en ese entonces.
Hoy las cosas son distintas y el registro de Díaz Brown está lejos de aquella fiesta en el 2000.
Más allá de los gritos y las porras, de los abrazos casi interminables que prodigaron algunos priístas a su precandidato, era notoria la ausencia de militantes y dirigentes que en el pasado estaban en primera fila para apoyar al ungido, fuera quien fuera.
Ahora hay inquietud. La furia que se ha desatado contra Francisco Villanueva es un síntoma.
Y en este evento faltaron algunos notables de la CTM, el brazo popular más fuerte del PRI y cuyos líderes han puesto sus ojos en otras opciones, aunque públicamente afirmen que siguen siendo priistas.
La desbandada empezó con el grupo de transportistas que encabeza Román González Cameros.
Y ex líderes priistas como Mirna Coronel, Enriqueta Rodriguez, Maura Castro, Victoria Valdez y Octavio Quintero, este último líder del Tobarito, hablan de un PRI fracturado y dividido que favorece intereses de grupo y desdeña a la militancia.
Hablan con resentimiento de las “decisiones equivocadas” del dirigente local Adrian Manjarrez, y piden justicia para militantes que toda la vida se han entregado en cuerpo y alma a este partido.
Los ricos, dicen, imponen su voluntad, son los padrinos y sin el respaldo de ellos no se puede hacer nada en el partido.
No se toma en cuenta a las bases ni a las organizaciones de vecinos. La gente de los barrios sólo cuenta el día de las elecciones, aseguran.
“Dejan fuera a cuadros que toda la vida se han entregado al PRI como es el caso de Román González Cameros quien ha enfrentado tantas batallas en defensa del partido y hoy le dan la espalda”, dijeron.
Afirman que la salida del Francisco Villanueva del PRI no es mera casualidad; tambiénm el ex alcalde y otros auténticos lideres han sido maltratados por los dueños del PRI.
Reitera Octavio Quintero, ex líder priista del Tobarito: En vez de aprender de sus errores, los priistas insisten en dividirse, ahuyentando a líderes que representan a grupos importantes de la sociedad.
