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Lo que empezó como incidentes aislados se ha convertido ahora en una práctica común: El hostigamiento de la Policía Estatal Invesrtigadora contra los reporteros que recaban información sobre las ejecuciones y otros violentos ocurridos en nuestra ciudad.
El caso más reciente ocurrió apenas ayer jueves cuando agentes de la PEI esposaron y amenazaron con encarcelar al reportero Alfonso Pliego Walldez que realizaba su trabajo informativo en torno a la ejecución de un hombre en la calle Chihuahua, entre hidalgo y Guerrero.
A los agentes les irritó que Pliego se acercara para tomar imágenes del suceso, rebasando la cinta amarilla que rodea a la escena del crimen, un cinta que los agentes colocan cada vez más lejos de dicha escena, tratando con eso de que nadie se acerque a obtener información.
La misma actitud hostil, agresiva, tuvieron contra los reporteros Bernardo Hidalgo y Martín Mendoza.
¿Por qué? ¿A qué temen los policías cuando tratan de evitar a toda costa que la prensa se entere de los pormenores de estos asesinatos? ¿Qué tratan de ocultar?
¿Por qué mientras los sicarios huyen y en vez de perseguirlos, se dedican los policías a hostigar a los periodistas?
En Cajeme están ocurriendo muchos sucesos violentos, terribles, que han enlutado a cientos de familias, pero las policías no detienen a nadie, muestran una ineptitud peligrosa para la sociedad.
Prefieren los "guardianes del orden" hostigar a quienes informan a la sociedad sobre lo que está sucediendo.
