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Un 80% de los enfermos de asma surgieron a partir de alguna alergia y puede ser controlada mediante vacunas aplicadas dos veces por semana.
La doctora Leticia Díaz Sánchez, especialista en alergología en la Clínica del Asma del Hospital General Regional Número Uno del IMSS en Obregón, señaló que tres especialistas en alergología, pediatría y neumología pediátrica atienden a los pacientes.
Se les apoya para controlar el asma, enfermedad crónica que se presenta a través de una tos seca y con duración mayor a dos meses, aunado a una respiración que resiente la falta de aire y se caracteriza por un pequeño silbido, explicó.
A esta clínica llegan pacientes derivados de las consultas de medicina familiar y de pediatría, estableció, con un diagnóstico de asma, que posteriormente puede ser confirmado o no por los especialistas.
Para confirmar el asma se realizan análisis de laboratorio, radiografías y la espirometría, que consiste en pruebas respiratorias sencillas que permitirán determinar un tratamiento que puede ser inhalado o a través de la vía oral, señaló.
Una vez determinado el tratamiento contra el asma, dijo, se buscará saber si el grado de la enfermedad aumenta a causa de alguna alergia.
Díaz Sánchez explicó que las alergias más comunes son las que provocan el polvo, la picadura de moscos y los diversos pólenes.
Para analizar qué tipo de alergia afecta al paciente, se le aplica una prueba en los brazos en la que se analiza la reacción de la piel y del organismo frente a 69 elementos específicos, expuso.
De esa forma se puede determinar si será necesario otorgarles tratamiento a través de una vacuna que se deberá aplicar dos días por semana y en promedio durante dos años, aunque su duración variará dependiendo del elemento que provoca la alergia.
En el 95% de los casos en que se detecta la alergia que afecta al paciente, expuso, el IMSS logra disminuir la sensibilidad a las sustancias y reducir o eliminar los síntomas del asma, controlando así esta enfermedad crónica.
A los pacientes se les entrega de manera gratuita la vacuna y se les adiestra para la correcta conservación y aplicación, que deberá ser dos ocasiones por semana y durante un promedio de dos años.
En esta temporada de cambio de temperaturas, explicó la doctora Díaz Sánchez, los casos de asma aumentan hasta en un 30%, principalmente en la población infantil, razón por la cual la especialista del IMSS recomendó cubrirse de manera correcta para evitar las causas que desatan los síntomas del asma a través de las vías nasales.
Supera alergias en la clínica
Desde el 2005 Griselda Campos Valles, de Ciudad Obregón, se dio cuenta que se agitaba mucho, sentía que no podía respirar y esos malestares no le permitían ni siquiera barrer el patio de su casa.
Cuando un médico le confirmó que tenía asma y que su problema era por alguna alergia, se apoyó en los medicamentos que recibía su papá, quien sufría las mismas dificultades, pero quien ya estaba bajo un tratamiento controlado por la Clínica del Asma del Hospital General Regional Número Uno del IMSS.
“Mi papá estaba peor porque era alérgico a todas las ramas, al polen, al camarón, a muchas cosas de las que no podía estar cerca. Ya no le pega fuerte, porque mi papá era de que le pegaba la crisis de asma cada semana”, cuenta.
Ella recibe desde hace un año recibe tratamiento en la Clínica del Asma, atendida por la alergóloga Leticia Díaz Sánchez.
En el brazo le colocaron 69 sustancias diferentes y así se pudo determinar que el polvo y los aromatizantes eran los que causaban su problema.
A partir de ahí comenzó un tratamiento que consiste en aplicarse una vacuna dos días cada semana, lo que ha hecho desde hace un año y que seguirá haciendo al menos un año más.
Ahora acude a cada cita con un pequeño recipiente con hielo, en donde guarda una vacuna específica para su caso, elaborada en el propio Hospital General y que contiene elementos necesarios para reducir el impacto que en ella tienen el polvo y los aromatizantes.
“Simplemente yo no podía barrer afuera, el patio, porque con eso ya sentía yo que estaba agitada. Más bien lo que yo sentía era el polvo, la tierra, porque en mi colonia hay mucha tierra (...)
“Me atendí y ha estado muy controlado”, explicó la derechohabiente del IMSS, quien recomendó buscar siempre atención médica para tratar y controlar bien este tipo de enfermedades.
