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Cinco de cada diez trasplantes de riñones realizados en el país, se llevan a cabo en el IMSS, afirmó el doctor Ignacio Guerra Gallo.
El jefe de Innovación en Trasplantes de la División de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células en el IMSS indicó que en 2009 se practicaron mil 200 trasplantes renales.
A nivel nacional fueron de dos mil 420 y actualmente el Instituto atiende a 49 mil 750 enfermos con falla renal, dijo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló, se estima que el riñón es el órgano con mayor demanda para ser trasplantado.
El IMSS es pionero en trasplantes a nivel nacional, ya que es la entidad médica con más experiencia y la que mayor número de éstos realiza.
En 1968 se efectuó en el Seguro Social el primer trasplante de riñón en México y en 1987, citó, el de corazón.
En los últimos años, estableció, el IMSS ha incrementado el número de trasplantes renales: en 2008 se realizaron mil 114; en 2009, mil 200, y se proyecta para 2010 llegar a la meta de mil 350, lo que representa un crecimiento del 17%.
Pero eso no es suficiente, declaró, ya que actualmente la lista de espera en el Seguro Social es de cuatro mil 250, por lo que es urgente concientizar a las personas sobre la necesidad de ser donantes.
Como parte del fortalecimiento al programa de donación, el Seguro Social tiene 51 unidades integradas a la Red de Hospitales Donadores, las cuales cuentan con una licencia sanitaria emitida por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Esta red, comentó, se está fortaleciendo con la figura del Coordinador Hospitalario de Donación, quien se encargará de vigilar de cerca estos procedimientos.
Guerra Gallo destacó también la reducción de costos que significa para el IMSS el tratamiento de la insuficiencia renal crónica por medio de trasplante.
Durante el primer año, expuso, el organismo gasta alrededor de 120 o 180 mil pesos y en los años subsecuentes esta cifra disminuye en forma sustancial a un promedio de 60 mil pesos anuales.
Fuera del Instituto, el costo oscila entre los 500 y 800 mil pesos.
En cuanto a las expectativas de vida que tienen estos pacientes, el 30% de ellos está en posibilidades de vivir cinco años y el 70% al ser trasplantado puede vivir más de cinco años.
El promedio de vida de un riñón es de 10 años pero una vez que el injerto deja de funcionar, se tiene la opción de recurrir a un segundo o tercer trasplante, esto permitirá al paciente tener una buena calidad de vida y una mejor sobrevida.
