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La opción viable para enfrentar la escasez de agua en Hermosillo es impulsar el proyecto de la desaladora, sostuvo el alcalde Manuel Barro Borgaro.
La construcción de un acueducto del Novillo a la capital del Estado no sería una solución acertada, añadió el presidente municipal de Cajeme.
Antes de iniciar la audiencia pública de este día en la Sala de Cabildo, el presidente municipal de Cajeme fue abordado por reporteros de los diversos medios de comunicación locales y estatales que coincidían en el interés por escuchar la versión de Barro sobre la construcción del acueducto.
La desaladora, subrayó, es la opción para resolver de manera definitiva a este problema.
El acueducto no es alternativa porque en Cajeme no sobra el agua y también aquí se han tenido problemas de escasez, expresó.
“Hace años se tuvo que bombear agua de la Presa para regar las tierras de cultivo, pues la actividad agrícola requiere de grandes cantidades y no tenemos recurso demás como para abastecer a una ciudad tan grande como Hermosillo” expresó el Munícipe.
Indicó, que el proyecto del PHLINO también daría solución a esta problemática, ya que se conectarían las aguas de la región noroeste con las del centro del País, sin embargo, por el alto costo que éste implica, la desaladora es la más viable a largo plazo.
Adelantó que no aceptaría una justificación del acueducto por el hecho de que en el riego agrícola del Valle del Yaqui se desperdicia mucha agua, argumento que se maneja con insistencia en la capital del Estado.
“Si el desperdicio de agua en la agricultura es un problema, hay que enfrentar ese problema, pero no debe ser un pretexto para construir el acueducto”, precisó.
Barro expresó su solidaridad con la población de Hermosillo que, dijo, “está viviendo un problema grave por la escasez de agua y como sonorenses y como mexicanos debemos solidarizarnos con los hermosillenses”.
Enseguida hizo énfasis en las ventajas que tendría construir una desaladora en lugar de construir el acueducto.
