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Los bomberos la pensarían dos veces antes de ingresar a sofocar un incendio en el Mercajeme, pues ante la obstrucción que registran los accesos morirían no solo los clientes y locatarios dentro del inmueble, sino también los “tragahumo”.
La situación se agrava al no poder la autoridad municipal entrar a poner orden, denunció el regidor Guillermo Patiño Fierro.
Los pasillos fueron cedidos a los locatarios, aun cuando muchos de ellos no han pasado sus locales.
La deuda crece y de los 330 millones de pesos que debe la Comuna, unos 50 millones son por la remodelación del inmueble comercial, explicó.
Fue un error entregar el estacionamiento del mercado a los locatarios, consideró el regidor, pues con sus ingresos se podría pagar algo de esa deuda o bien darlo en garantía.
El edil perredista declaró que es tiempo de entrarle a esa bomba de tiempo para poner orden y evitar tragedias futuras.
Lo mismo debe hacerse en la venta de un terreno a comerciantes ubicados frente al Seguro Social para que el Ayuntamiento no se deshaga de los pasillos y salidas, a fin de poder actuar en caso de tragedias.
El alcalde Manuel Barro Borgaro dijo que esta venta no significará deuda para la Comuna y se cuidará lo relativo a la seguridad.
Así como se vendieron otros terrenos a particulares cuyas propiedades están en áreas de callejones, expuso, lo que se busca es poner orden al rezago porque esas personas ya usaban esos lotes desde hace más de 20 años.
