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MEXICO, DF.- Porque “no se debe experimentar con la alimentación de los mexicanos”, el diputado federal Carlos Samuel Moreno Terán propondrá al Congreso rechazar el cultivo de transgénicos en los valles del Yaqui y Mayo.
El legislador sonorense anunció que buscará que se establezcan candados a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.
La citada Ley, precisó, tiene varios vacíos legales que ponen en riesgo la salud y el ambiente, por tanto es necesario que el principio precautorio vaya más allá del nivel enunciativo y se aplique en los reglamentos y disposiciones a la Ley de Bioseguridad.
La siembra del maíz genéticamente modificado comenzará esta semana. En total serán seis hectáreas, distribuidas en las localidades de San Ignacio Río Muerto, Huatabampo y Cajeme, con las que se aplicará el experimento.
Moreno Terán expresó un rotundo rechazo a la siembra experimental de maíz transgénico, autorizada por el gobierno federal en los valles del Yaqui y Mayo.
Expresó que está en contra de estos experimentos ya que el marco regulatorio actual no protege las variedades criollas del maíz, y se requiere de un programa integral de uso, manejo, conservación e investigación de este rubro.
“No debemos legislar a favor de grandes compañía, sino a favor del campo mexicano”, dijo el congresista sonorense al advertir que si el maíz no cuenta con un adecuado régimen de Protección, estamos en riesgo de que las variedades criollas se contaminen y esto sería una pérdida irreparable para la riqueza biológica de la nación.
Por si fuera poco, dijo, el llamado “Régimen de protección especial del maíz” está reducido actualmente a nueve artículos dentro del Reglamento de la Ley de Bioseguridad, los cuales fueron adicionados en un proceso carente de transparencia.
Lo anterior, por no haber cumplido con el proceso correcto de mejora regulatoria, y por ignorar los múltiples comentarios en contra que hicieron investigadores y organizaciones civiles.
Moreno Terán recordó que la introducción de maíz transgénico en México está comprobada desde el 2001 y hasta la fecha ha sido ampliamente documentada en ocho ocasiones, a pesar de que este año se autorizó su cultivo.
