Limita pobreza a la acuicultura sustentable

A los acuicultores del sector social es difícil obligarlos a cumplir totalmente con las normas de protección al ambiente, reconoció Ernesto Munro Palacio.

El delegado estatal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) explicó que la falta de recursos en el sector social de la acuacultura es la razón por la cual no se le puede exigir tanto como a los productores privados, que tienen más recursos.

Munro Palacio señaló que en la costa norte del Estado, donde sólo existe la acuicultura privada, ha sido más fácil implementar medidas de protección ambiental en las granjas camaronícolas, mientras que en el sur se recomienda que se den más apoyos económicos para aplicar dichas medidas.

Especies en peligro
Palo fierro, mezquite, pino y vara blanca, son algunas de las especies vegetales que peligran por la explotación inmoderada, expresó el delegado de Profepa.

De éstas, añadió, es el mezquite el que corre más peligro pues tiene un alto valor comercial que beneficia a taladores.

El mezquite, dijo, es muy apreciado como carbón para asar carnes y por eso se exporta a Estados Unidos y a varias entidades de nuestro país.

Las zonas donde más se talan mezquites son Cajeme, Hermosillo, Benjamín Hill y Caborca.

Además de la reducción de las áreas mezquiteras, se hace un gran daño a los suelos y a las cactáceas, así como al hábitat de especies animales.

Coyotes, conejos, venados y aves naturales de Sonora son afectadas al desaparecer los árboles y en general la vegetación de la que se alimentan, lo que los empuja a emigrar a otras regiones o desaparecer.