Fuente de información y conocimiento legal en Cajeme

Aunque el Municipio de Cajeme es relativamente joven, la importancia de su actividad judicial ha merecido a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la instalación de una Casa de la Cultura Jurídica (CCJ) que actúa como órgano de resguardo judicial y jurisdiccional y se consolida como fuente riquísima de información y referente en materia legal en la entidad.

Las CCJ nacen como institución en 1998 y su antecedente inmediato lo son los Archivos Judiciales Foráneos de la SCJN, a cargo de historiadores, donde eran puestos a resguardo los expedientes que provenían de Tribunales Unitarios y Juzgados de Distrito.

En nuestro país existen treinta y nueve casas de este tipo, dos en Sonora.

La de Ciudad Obregón lleva el nombre de Gilberto Valenzuela Galindo, el ilustre sonorense que fuera ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La CCJ local es dirigida el Lic. Gustavo Castillo Torres, se ubica en Cajeme y Colima.

Fue inaugurada el 15 de mayo de 2006 y cuenta con diferentes servicios, como los de librería (con venta de libros a precios sumamente accesibles para el público en general), biblioteca, hemeroteca, archivo judicial, ciclos de conferencias (conferencias magistrales y videoconferencias), cinedebates, charlas de sobremesa, videoteca y módulo de acceso a la información, cuya consulta puede realizarse por medio de un proceso sumario o uno ordinario solicitado a la unidad de enlace del Distrito Federal.

El servicio de biblioteca tiene a disposición del público en general un acervo de ocho mil títulos tanto nacionales como extranjeros y más de dos mil doscientas publicaciones oficiales, entre los que se cuentan el Diario Oficial de la Federación y el Boletín Oficial del Estado.

Será hasta noviembre de este año cuando se haga la inauguración oficial con la presencia de altas autoridades tanto del Gobierno del Estado como de la SCJN.

Más que adoptar una postura o un criterio, la casa es un centro de difusión de la cultura jurídica.

La intención no es sentar un precedente, sino ser un centro de información donde se genere un análisis para eventos de corte jurídico académico con gente de primer nivel que garantice un excelente papel; además uno de los planteamientos esenciales del programa de CCJ es la investigación histórica y aunque debido al hecho de ser éste un municipio joven, no se dispone de un expediente histórico como tal, eso lo hace más interesante porque ha implicado el establecimiento de un protocolo de investigación donde se resalte la esencia de esta comunidad. La participación de este local a nivel comunitario ha sido constante:

Desde septiembre del año pasado se han celebrado alrededor de quince eventos de todo tipo y dirigidos a diferentes sectores, no solo jurídicos.

Es de destacarse su labor con los niños, a quienes tanto en recorridos por el edificio como en actividades de extensión (visitas a las escuelas) se les explican diferentes tópicos como sus derechos, qué es un juez, en qué consiste la división de poderes o el simbolismo de la vestimenta de los ministros y los distintos murales que adornan este Tribunal Supremo por medio de juegos como una lotería especial o audiovisuales preparados especialmente para ellos, como el paseo virtual por la sede de la SCJN.

En este ámbito, destaca entre sus proyectos la creación de una ludoteca.

Para el resto del año, el programa es muy variado también: crónicas, seminarios, conferencias y cursos son algunos de sus próximos eventos.

Como puede verse, hay para escoger.

Según palabras de su director, el propósito para los próximos cinco años es “poner a Ciudad Obregón en el mapa de la cultura jurídica y lograr que en el resto de México se conozca como piensa y siente la comunidad cajemense en esta materia”.