La gran mayoría de los mexicanos está informado sobre lo que sucede en Los Ángeles, donde miles de mexicanos son perseguidos como "criminales" por órdenes de Donald Trump.
Saben, sabemos, que nuestros compatriotas y otros latinoamericanos son víctimas de una política no tanto migratoria sino más bien racista. Y que ese trato no respeta a niños ni a mujeres.
Hablan sobre eso el hombre de la calle, el albañil, la señora de la tienda, el comerciante y el lavacarros... hablan todos.
Menos Javiercito Aguirre, el entrenador de la selección mexicana de futbol quien se negó a hablar sobre el tema porque, dijo, él no sabe lo que pasa en Los Ángeles y es hombre de futbol, no le interesa otra cosa.
Pobre hombre, qué pereza mental tan grande no le permite enterarse de temas humanos relacionados con su país y sus compatriotas. A él lo suyo, nada más, no le pregunten sobre temas de política o temas que no entiende porque es hombre de futbol.
Claro, si dirigiendo a la selección mexicana llega al quinto partido del Mundial, será un héroe, se sentirá un héroe, y su nombre brillará en todos los medios de comunicación.
Total, "el vasco" es como los magnates del futbol quisieran que así fueran todos los mexicanos. Con un balón dentro de su cerebro que les impida desarrollar la inteligencia en muchos de los ricos temas del mundo.