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Más reñido quizá no era posible el Super Bowl LVII que ha coronado campeón a los Kansas City Chiefs ante los Philadelphia Eagles con marcador de 38-35 y con Patrick Mahomes como la gran figura del partido a pesar de su lesión en el tobillo y Harrison Butker como el héroe con un gol de campo.
Los pronósticos se cumplieron y Eagles y Chiefs, que llegaron como los dos mejores sembrados de cada Conferencia y empatados en puntos en 19 encuentros, mantuvieron la paridad hasta los últimos minutos del Super Bowl y tanto Mahomes como Jalen Hurts fueron determinantes.
El State Farm Stadium fue escenario nuevamente de un parejo y cardíaco partido de Super Bowl -como en 2008 y 2015- que al final fue decidido por una gran estrategia del coach Andy Reid y un gol de campo de Harrison Butker a ocho segundos del final.
Mahomes guió la remontada pese a lesión en el tobillo
Patrick Mahomes se repuso de un golpe en su mermado tobillo derecho al final del segundo cuarto tras ser capturado por T.J. Edwards, y en la segunda mitad conectó dos pases de anotación para remontar el marcador y conseguir su segundo anillo de Super Bowl y romper con la maldición del MVP.
El quarterback de los Chiefs lanzó tres pases de touchdown y cargó a Chiefs al borrar una desventaja de 10 puntos en la segunda mitad para ganar su segundo Super Bowl en cuatro años.
Harrison Butker conectó un gol de campo de 27 yardas a 8 segundos del final para poner el resultado final luego de que Jerrick McKinnon dejó escapar un touchdown fácil para deslizarse en la yarda 1 con 1:54 en el reloj y permitirle a Kansas City agotar el tiempo.
La derrota opacó la espectacular actuación del quarterback de Philadelphia, Jalen Hurts, quien finalizó con un pase de touchdown y tres anotaciones por la vía terrestre. Sin embargo, también tuvo una pérdida de balón que Nick Bolton devolvió a las diagonales en la primera mitad.
