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Vaya vaya vaya, el París Saint Germain (PSG) tendrá la delantera más impresionante de los últimos tiempos.
Los magnates árabes dueños del equipo rechazaron una propuesta de 200 millones de euros que les ofreció el Real Madrid por hacerse de los servicios de Kyliam Mbappé, la nueva joya del futbol mundial, y prefirieron quedarse con él para intentar ganar la Champions League.
Pero la obtención de la Orejona es un pendiente y muchas veces no depende de tener un equipo plagado de estrellas sino de una buena dirección técnica y algo de suerte.
Eso no les importa a los magnates del PSG. Si no ganan la Championes, cuando menos presumirán de tener un "dream team" envidiado en todo el mundo.
París se estremeció primero con la llegada del brasileño Neymar y luego colapsó con el arribo de Messi. Ahora está de júbilo con la retención del jovencito Mbappé, quien ya fue el mejor jugador del Mundial de Rusia 2018 y se consagra paso a paso, gol tras gol, como el mejor en cualquier cancha y torneo.
A mediados del siglo XX París era un fiesta, dijo un escritor que exaltó la atmósfera de bohemia e intelectualidad de la capital francesa en esa época.
Hoy de nuevo París es una fiesta, gracias a la locura del futbol, sus grandes jugadores y los directivos magnates que dejan ir así nomás 200 millones de euros sólo por el capricho de mantener a Mbappé en sus filas y alzar con sus manos a la Orejona.
¡ París oh la lá !
