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La construcción del estadio de beisbol de Cd. Obregón, que tuvo un costo promedio de 950 millones de pesos, fue costeada con los impuestos que paga toda la sociedad, incluyendo aquellos que le descuentan en sus quincenas a la clase trabajadora.
Pero el acceso a los juegos de los Yaquis está prácticamente fuera del alcance de las familias de los trabajadores. Desde que se inauguró el estadio, éste ha sido un espacio reservado para las clases medias y altas, en particular jóvenes de esos sectores socioeconómicos.
El pueblo ha quedado prácticamente al margen. Y más aún en el primer play off que jugará el equipo local en este estadio. Ni siquiera el engañoso reparto gratuito de "mil boletos" de la seccion de bleachers que el Club Yaquis está obligado a realizar en cada juego, garantiza que gente humilde, niños y niñas en especial, puedan tener acceso a este espectáculo, hoy secuestrado por la ambición desmedida de los empresarios que controlan el beisbol en Cd. Obregón como en la mayoría de las plazas de la LMP.
