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La Gran Estafa

Excelsior.com
Lunes 07 de Marzo de 2016
 

En noviembre de 1996, alguien llamó a la casa de Graeme Souness, entonces entrenador del Southampton. La situación no iba bien con el equipo, tras contar varias derrotas y tener seis jugadores en la lista de lesionados. 

Los contratos de quienes jugaban eran la mayor de las veces contratos de prueba, que o bien se rescindían o no llegaban a cerrarse. La respuesta del que marcó esa vez dio como nombre el de George Weah, histórico delantero liberiano que fue Balón de Oro en la temporada anterior con el Milán.

La conversación fue de pocos minutos, pero resultó un alivio para Souness. Al tanto de los malos resultados de los Saints, el supuesto Weah le recomendó contratar a su primo, un tal Ali Dia, que se encontraba sin contrato tras un año en el París Saint-Germain y que había participado en 13 ocasiones con la selección de Senegal. El liberiano lo consideraba un revulsivo, la pieza que hacía falta para sacar de los últimos lugares al equipo.

Pareció ser una oportunidad única: contratar a un jugador que nadie conocía, recomendado por una estrella del futbol. Souness no tardó en aceptar el consejo, hizo la petición a su directiva y formalizó un contrato de prueba por un mes, aunque sólo pudo verlo en dos entrenamientos.

Cuando tenía previsto utilizarlo contra las reservas del Arsenal, una tormenta inundó el terreno de juego y obligó a cancelar el partido. Sin apenas conocerlo, el técnico convocó al senegalés para enfrentar al Leeds United en el Estadio Elland Road, a falta de opciones en la banca; esta vez, en compromiso oficial de la Liga Premier inglesa.

 

Jueves por la noche. Dia entró a jugar a los 32 minutos, en lugar de Matthew Le Tissier, el gran ídolo del Southampton, que pidió su cambio por una lesión.Mandó un disparo desviado en una de sus primeras jugadas, y nada  más. Sus carencias eran evidentes: falta de colocación táctica, falta de cualidades técnicas y un físico descuidado, nada parecido al del resto de sus compañeros. Llevaba el dorsal 33 y, para sorpresa de todos, no terminó el partido.

“Corría por la cancha como Bambi sobre hielo”, describe Le Tissier. “Fue muy vergonzoso verlo”.

El senegalés terminó agotado. Los aficionados de los Saints lo despidieron al grito de “Ali Dia is a liar, is a liar! (¡Ali Dia es un mentiroso!)” en los últimos minutos. En total, jugó 53 y se fue caminando. Dicen los que lo vieron que parecía ser la primera vez que tocaba un balón en su vida.

Al día siguiente, no acudió a entrenar. Un enojado Graeme Souness llamó de inmediato a George Weah para pedirle explicaciones, pero la respuesta del jugador del Milán lo dejó frío: “Yo jamás te llamé, no tengo ningún primo senegalés que se llame Ali Dia”. A los pocos días, el club rescindió su contrato. Cuando quisieron comunicarse con él en el hotel donde vivía, la policía y los empleados no lo encontraron. Había colgado el sombrero.

 

Ali Dia no era futbolista profesional, ni había jugado con el PSG como tampoco con la selección senegalesa. Quien llamó al entrenador Graeme Souness recomendándolo para el Southampton fue su representante, un conocido de la Universidad de Northumbria, no George Weah.

Para los aficionados ingleses, Dia es la peor contratación que ha realizado un club en la historia de la Liga Premier. Lo más que se supo de él fue que jugó una temporada con el Gateshead FC, un equipo de aficionados. “Se me ha presentado como un estafador y un mal jugador, pero no soy nada de eso”, sostuvo entonces, en una entrevista para el Gateshead Post.

“Estoy decepcionado por no demostrar lo que sé en la Liga Premier, pero tengo fe en mi propia capacidad y mi única preocupación ahora es el Gateshead. Me contrató es hasta el final de la temporada. Pero si las cosas van bien, quién sabe, podría estar más tiempo”.

Resultó todo lo contrario: tras participar en ocho partidos de la Northern Premier League, Dia fue puesto en la lista de transferibles y desapareció por un tiempo. Jugaba adelante, como delantero.

Según informes de medios locales, el senegalés se graduó en la Universidad de Northumbria, en el 2001, con un título en Negocios y Finanzas, suficiente para encontrar trabajo en una empresa llamada G02 Football Representation, una suerte de agencia de jugadores.

Las leyes de protección de datos personales impiden que la Universidad comparta información sobre Ali Dia y que siquiera confirme si tuvo algún grado. En 2012, antes de la aprobación de dichas normas, la institución había revelado no tener contacto con él.

Si algún periodista lograba dar con su número de teléfono, Dia cortaba la comunicación y lo cambiaba a los dos días. En el registro electoral no existen detalles de que su nombre estuviera anotado.

Sobre su inscripción profesional, la Federación de Futbol de Senegal tampoco ha respondido a las preguntas.

En cierta ocasión, el senegalés mencionó que estaba casado, sin abundar en más. Eran los primeros meses de 1997. Al parecer, la razón del por qué nadie sabía de él, tenía que ver con su mudanza a Tyneside, un distrito metropolitano con el estatus de municipio, ubicado en el condado de Tyne y Wea. No se sabe si era cierto.

A lo largo de su carrera en el futbol, Dia probó suerte en equipos franceses (AS Beauvais, Dijon Football Côte d’Or, La Rochelle y el Olympique Saint-Quentin), fineses (FinnPa Helsinki y PK-35 Vantaa), alemanes (VfB Lübeck) e ingleses (Blyth Spartans, Southampton y Gateshead FC). Diez en nueve años, sólo una vez como profesional.

En Gateshead, Dia hizo algo de dinero. Cuando fue contratado, se embolsó tres mil 500 euros en honorarios de embarque, además de una prima por contrato de mil 500. Con el Southampton, sumó alrededor de dos mil en 14 días.

Ali Dia fue un genial embaucador, el relator de estas mentiras en cadena casi siempre relacionadas con verdades y experiencias vividas, a las que coloreó, exageró, matizó y disminuyó para hacer más persuasivas las ficciones con que fue formando constantemente su escurridiza biografía.

En la era del espectáculo, el senegalés pudo ser el rey de la fiesta.Incorporó la realidad propia y la ajena, protagonizando la gran estafa en la historia de la Liga Premier inglesa.

Tanto el técnico Graeme Souness, el Southampton,  la selección de Senegal y el mítico George Weah compartieron el reparto.


Tomado de:
www.excelsior.com

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