Estar abajo de la mitad no es otra cosa que ser mediocre. Así fue la primera vuelta de esta temporada para los Yaquis de Cd. Obregón.
Ser el quinto lugar de ocho contendientes no es nada para presumir ni para defender. Lo único que cabe es reconocer que se tuvo un desempeño deficiente, muy lejos de lo que se necesita para ser aspirante al título y más lejos aún de lo que exige la afición yaqui.
Ahora no tiene caso buscar culpables. Si los Chapis, Fellos e Ikers ya no son los del tricampeonato, ésa es una excusa inútil. Si el pitcheo de relevo está para el arrastre, tampoco es motivo para pensar que con dos relevistas nuevos se cambiará el rostro del equipo..
Algo hay que hacer y ese algo sólo lo pueden saber el manager y la directiva. Es urgente.
La afición yaqui es muy conocedora y sabe que no todos los años se puede ser protagonista en la serie de campeonato, pero por lo mismo exige que el desempeño de su equipo esté a la altura de las expectativas que genera el espíritu ganador que floreció en los años recientes.
¿O es que será ésta otra temporada de mero trámite, en espera de que se tenga un estadio nuevo para -entonces sí- echar "toda la carne al asador"?
