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La batalla por el anillo ya ha comenzado.Y aunque nada tiene que ver con las lindezas que, por ejemplo, se dedicaron en su día Mayweather y Pacquiao, lo cierto es que desde los micrófonos los diferentes protagonistas de la final de la NBA empiezan a mostrar sus estrategias y cómo encaran el gran duelo por el anillo.
El primero en mostrar sus cartas ha sido LeBron James. El alero, ganador de dos anillos y que va a disputar su quinta final consecutiva, ha elegido el disfraz de cordero antes de que el balón se ponga en juego y a pesar del altísimo nivel mostrado ante los Atlanta Hawks en las finales del Este, no cree que pueda repetir la gesta.
"No creo que vayamos a llegar al máximo, pero sí lo más cerca posible. Voy a practicar mi tiro estos días para tratar de afinar la puntería, que estaba algo perdida en la última ronda", aseguraba King James, que no dudó en mostrar su alegría al saber que contará con el apoyo fundamental de Kyrie Irving en pista. "Kyrie al 50% o al 60% es mejor que no poder contar con él".
Según ESPN, los Cavs podrían dar el alta al brasileño de cara a las finales tras seis meses sin jugar.
El regreso de Varejao, que se lesionó en el Aquiles el pasado 23 de diciembre ante los Wolves, sería sólo en caso de emergencia, ante la ausencia de jugadores interiores en la rotación de los Cavs.
Sin embargo, pese a la vuelta del brasileño, James fue un paso más allá a la hora de ponerse el disfraz de víctima y no tuvo problemas a la hora de elogiar a su rival, el mejor equipo de la NBA durante la temporada regular, y a su jugador franquicia y actual MVP de la competición. Un jugador, Stephen Curry, al que ve casi imposible frenar.
"Con Stephen Curry pasa lo mismo que conmigo: no se le puede parar", concluyó el alero de los Cavaliers antes de volver al entrenamiento.
