“El Toro Valenzuela a Cooperstown” es el nombre de lo que en Facebook se conoce como una fan page, la cual tiene como finalidad juntar el mayor número de firmas virtuales para hacer presión a Grandes Ligas en entronizar al gran Toro de Etchohuaquila al salón de los inmortales en Cooperstown, N.Y.
Pero ¿porqué la Asociación de Cronistas de Major League Baseball (MLB) no le ha dado nunca los votos suficientes para que el hombre que salvó al béisbol en 2 ocasiones ingrese al sagrado salón de los inmortales?
Han pasado 33 años desde aquel lejano 15 de septiembre de 1980, cuando un chico mexicano rechoncho y de pelo largo tomó por sorpresa al mundo de las Grandes Ligas, en labor de relevo, ese día ingresó en la sexta entrada en Atlanta, en contra de los Bravos y lanzó dos entradas, cometió un engaño (Balk), le anotaron 2 carreras (ambas sucias), le conectaron 1 hit y ponchó a 1 bateador y es así como se comenzaba a escribir su leyenda.
La siguiente temporada (1981) Fernando Valenzuela fue incluido en el roster del equipo para el juego inaugural por la lesión del pitcher que abriría ese día y sería así como comenzaría una temporada de ensueño.
Ante la sorpresa de todos ese muchacho que era desconocido para propios y extraños logró triunfar sobre los Astros de Houston, por marcador de 1-0, juego donde se mantuvo sobre la loma las 9 entradas y era a si como nacía la ya tan famosa “Fernandomanía” que hasta el día de hoy perdura.
Fernando era la respuesta a las plegarias por parte del equipo angelino, quienes buscaban a un jugador mexicano con talento para reconciliarse con la afición mexicana, que formaban la mayoría de su afición y que se disgustaron cuando tuvieron que ser desalojados de sus hogares en “Chavez Ravine” para construir el Dodger Stadium
Pero ni el mismo Fernando se imaginó que eso solo era el comienzo de su historia, pues en ese año de 1981 los Dodgers lograron llegar a la Serie Mundial en contra de sus tan odiados rivales, los Yankees de Nueva York, los cuáles ganarían los 2 primeros juegos de esa serie en el Yankee Stadium, pero se llegaba la hora de Fernando en el juego 3, el cual se celebraría en Dodger Stadium y serviría de consagración para el Toro al derrotar a Yankees por marcador de 5-4 y lanzando el juego completo sin admitir carrera alguna después del tercer episodio.
Después de la victoria de Valenzuela, los Dodger ganarían 3 juegos más al hilo y los Dodgers al fin le ganaban una Serie Mundial a los odiados Yankees de Nueva York.
Fernando y su famosa pitchada de tirabuzón (screw ball) lograron ese año lo que ningún otro lanzador ha logrado hasta la fecha: el premio Cy Young (se otorga al mejor lanzador) y además del premio novato del año, el bat de plata (se otorga uno al mejor bateador entre todos los que cubre su posición) y además se consagró campeón del mundo al derrotar a Yankees en la Serie Mundial.
En México Fernando Valenzuela, dentro de la LMP militó la mayor parte del tiempo con los Mayos de Navojoa, pero llegó a vestir franelas como la de los Yaquis (en labor de refuerzo durante los playoffs), Naranjeros de Hermosillo y culminó su carrera con los Águilas de Mexicali.
Pero ni todos sus triunfos, ni la Fernandomanía han logrado que se le sea tomado en cuenta para que los Dodgers retiren su número 34 (pero aun así desde que Fernando dejó el equipo en 1990, nadie más ha utilizado ese número), ni tampoco se le ha tomado en cuenta para que entre al Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas.
Por lo cual los invito a apoyar a la página de Facebook “El Toro Valenzuela a Cooperstown”, para apoyar su noble causa de juntar la mayor cantidad de firmas virtuales posibles, para demostrarle a Grandes Ligas que el Toro merece estar con los inmortales de la mejor liga del Rey de los deportes.
