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Fueron necesarios 2 días para que el juego pudiese dar fin, desde el 7 de febrero pasadas las 19 horas a las 2:45 A.M. del día siguente; en total fueron 7:28 horas de mucha emoción y tensión en el Estadio Sonora.
Todo comenzó así: En la tercera baja Abraham Almonte, el jardinero central dominicano, conectaba doblete a los envíos de Rodrigo López y en un error del mismo lanzador al tirar mal en un revire, haría que Almonte se moviese a la antesala y después anotaría la primera del encuentro en bola ocupada.
Pero México no se daría por vencido y en la quinta entrada respondería con dos carreras en los spikes de Bárbaro Cañizarez y Oscar Robles.
Se llegó a la hora de la verdad. En la novena, cuando parecía que los Yaquis - México tenía el triunfo, entró Luis Ignacio “Chicote” Ayala a terminar el partido, pero antes se enfrentaba al peligroso Ricardo Nanita, quién iba de 3-0 en el encuentro. Cuando Ayala lo tenía contra la pared (2 strikes), Nanita conecta tremendo estacazo de vuelta entera por todo el derecho y de esa manera el encuentro se empataba a dos carreras por bando.
Se fueron las entradas 10, 11, 12 y 13 sin na,da para nadie, pero en la entrada 14 venía el llamado “Hijo pródigo de Obregón” Karim García, y al ritmo de la “Yaquesita” que retumbaba por todo el Sonora conectaba el jonrón que parecía, ahora sí, el triunfo definitivo y la afición mexicana se prendía de nuevo.
Pero los de República Dominicana, como los Leones que son, no querían que una tribu mexicana los derrotara y con la marca de la casa el legendario Miguel “la Guagua” Tejada impulsaba la del empate.
En la entrada número 15 entra al relevo el culichi Marco Antonio Carrillo, a quien en su apertura en contra de los mismos dominicanos no le fue nada bien. Pero aun a si el joven Carrillo demostró la calidad de pitcher que es al retirar a los quisqueyanos sin mayores complicaciones.
Se llegaba la entrada 18 y se notaba el cansancio de todos, incluidos los aficionados, algunos de los cuales quería que eso terminara ya como fuera. No faltó quien luchara contra el sueño en las gradas y sólo la emoción e importancia del partido lo mantenía despierto.
Pero en la entrada 18 vino al bat el americano con corazón mexicano, Douglas Clark, quién le prendió un pitcheo rompiente a Valdez y la pelota pasó por encima de la barda, salió volando del estadio, cruzó por los aires la ciudad de Hermosillo, siguió la carretera 4 Carriles hacia el sur, se pasó sin pagar las casetas de cobro, la vieron como un meteorito en Guaymas, Empalme y Vícam, y vino a cer como un regalo en el corazón de todos los aficionados yaquis que a las tres de la mañana salieron a la calle Miguel Alemán para festejar a sus jugadores.
Mientras tanto, en el estadio Sonora caía el out 27 X 2 y todos eran abrazados por la euforia del triunfo.
En total en este encuentro se usaron 21 pitchers, de los cuales 10 fueron de Dominicana y los restantes 11 para el equipo Mexicano.
¡Enhorabuena Cajeme; enhorabuena Sonora;enhorabuena México!
