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Tiempos de beisbol, tiempos de playoff, hemos arribado a las semifinales, solo 4 equipos quedan vivos, la mitad de los que iniciaron la aventura en octubre han quedado relagados a ser espectadores, el trabajo de meses, de estrategia, planeación, no se ha ido desapercibido en realidad las cuatro novenas que mejor se prepararon, están llegando a esta instancia.
Analizemos bien la serie que nos atañe nuestros bicampeones, los de sangre tribal, los Sonorenses, los Yaquis de Obregon, entrentandose a los sinaloenses, un mitico equipo lleno de bagaje historico, repleto de estrellas y de un poder economico de gran respeto.
La llegada de los refuerzos naranjas para ambos equipos hará diferencia, por el lado de los culichis llega el obregonense Gustavo Karim García Aguayo, el mismo que ha ganado ya con los de Cajeme (Mayagüez 2011 y LMP 2011-2012) y por los de la tribu arriba el de McCallen, Texas y Campeón Jonronero LMP 2012 Jesse Gutiérrez. Ambos pueden cambiar un juego con un swing y hacen que cualquier lineup mejore solo con su presencia. Los dos llegan para ser protagonistas no simples actores de reparto.
Mi punto de opinión viendo ambas alineaciones, rotaciones y bullpens, es que sencillamente, necesitamos jugar un beisbol perfecto, no tener miedo de mandar jugadas suicidas, embasarse como sea, tomar turnos largos, hacer outs productivos, avanzar corredores y por el amor de DIOS, traerlos a casa. No podemos perdonar cuando se tenga al rival en la lona, hay que ir a la yugular.
Y en la loma ser controlados, saber que confrontaciones confrontar, no dejar que los cañoneros afros nos ganen, mantener fuera de base a los primeros dos bateadores y utilizar con exactitud milimétrica el bullpen, juego que se llegue a la séptima aventajando se tiene que ganar.
En papel se ve sencillo, Tomateros fue el mejor equipo en ganados y perdidos en ambas vueltas, rompiendo records, empatando otros. Yaquis por su lado, el equipo que ha mostrado más constancia en las últimas diez campañas, estando en cinco finales, ganando 3, una corona caribeña y actual bicampeón.
Si hablamos de esta temporada en las nueve confrontaciones que han tenido ambos, podemos ver un fuerte dominio de los nuestros (6-3), pero ni la historia, ni los números sean a favor o en contra, entran en juego ya. Aquí ni los bolsillos repletos de dinero, ni el apoyo oriental, ni las credenciales de Grandesligas cuentan; esta es la hora de jugar y callar, es la hora de demostrar de que está hecho cada uno de los peloteros.
Por un lado Culiacán busca regresar a sus años de gloria, en el que eran los amos y señores del invierno mexicano y, Ciudad Obregón, busca continuidad, éxito, trascendencia, más de lo mismo, un campeonato, algo inédito, un tricampeonato.
¿Pronósticos reservados? Sí, pero si el Corazón Yaqui entra a jugar y muestran la entrega mostrada las últimas dos post-temporadas saldremos bien librados, capacidad existe, tenemos a un plantel acostumbrado a jugar playoff, que sabe ganar en enero y para finiquitar la chamba se requiere eso. PASIÓN, ORGULLO Y TRADICIÓN. TODOS #buscandoeltri.
Por hoy se acabó, nos vemos en el estadio.
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