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La otra cara de la moneda: La felicidad por el tricampeonato de los Yaquis tiene un cara oculta, amarga: Los jugadores que quedan fuera para la Serie del Caribe.
Al reforzarse Yaquis con jugadores de otros equipos, se comete la injusticia de sacar del roster a hombres que fueron valiosos de una u otra manera en la conquista de la hazaña tricampeonil.
Y quienes sufrieron esta discriminación son el fielder Albino Contreras, los catchers Said Gutiérrez y Adán Muñoz, el utility José FigueroA y el pitcher Mario Mendoza.
El argumento para justificar esta decisión refiere que la Serie del Caribe es un evento de alta competencia en el que todos los equipos participantes se refuerzan "hasta los dientes" y no se puede presentar un roster mayor de X número de jugadores.
Contra ese argumento, esta una razón más importante: La ética deportiva es más importante que el negocio. Y esta ética establece que se debe reconocer el esfuerzo de todos los integrantes de un equipo ganador, más aún cuando han puesto todo de su parte para contribuir al triunfo.
Ojalá algún día pese más la ética deportiva que el afán de lucro en los dirigentes de la LMP y la Serie del Caribe.
