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ALEGALE AL AMPAYER. Como se esperaba y se venía publicitando la Serie de fin de semana entre los Yankees y Medias Rojas en el Fenway Park fue un éxito económico y deportivo, el estadio lució flamante, lleno hasta las candilejas y el par de triunfos de los de casa, tranquilizó momentáneamente a la nación de los RED SOX.
Una imponente serie ofensiva por parte del intermedialista Dustin Pedroia, dio la voz de ataque a los bostonianos, mientras que una de las actuaciones más notables y sobresalientes de la carrera de Josh Beckett con los de Beantown, hizo realidad el salir avante en la primera confrontación clásica entre éstos odiados rivales. Beckett quien lanzó 8 entradas antes de dejarle la bola al zipper Papelbon, buscaba su primera blanqueada con diez ponches desde abril de 2005. Eso podrá esperar la directiva y la afición; solo pueden soñar de que éste impredecible lanza piedras recobre su comando que tuvo de 2003 a 2008 donde era considerado de los mejores lanzadores en el planeta, ahora solo le alcanza para ser catalogado el cuarto mejor de esta rotación.
MEX EN LA MLB. Mala suerte y de la buena es la que tuvo Jaime García en su última salida en contra de los Campeones del Mundo y es que el tamaulipeco partió después de siete episodios el partido ganado 2-1, dejando en manos de el bullpen su suerte.
Con el rancho ardiendo en el noveno episodio, el cerrador Ryan Franklin, tenía dos corredores en base, dos outs y Miguel Tejada al bat; el dominicano sacó una línea directa a la pradera central y en lo que pudo haberse convertido en el out 27, se convirtió en desastre total, ya que Rasmus se amantequillo y soltó la esférica dándole paso a dos anotaciones de los Gigantes, el triunfo a los de la bahía y a su vez negándole la W al zurdo azteca.
Jaime Garcia, había realizado una labor extraordinaria. Lo que son las cosas, este mismo Colby Rasmus, le había dado la ventaja a los patirojos con un cuadrangular, de lo sublime a lo ridículo, suele suceder en este jueguito que llamamos beisbol.
LA LUPA EN LA MLB. Año con año llegan grandes peloteros a la gran carpa, algunos más listos que otros, algunos los llamados trabajos en proceso, diamantes en bruto y otros peloteros que requieren de mas fogueo e instrucción. En esta temporada me llaman la atención cinco hombres que pueden dar de que hablar rápido. El primero de ellos es receptor, pertenece a los Nacionales de Washington, su nombre es Wilson Ramos; en la Serie del Caribe de 2009 estuvo en el equipo ideal, aún no cumple 24 años, entre sus habilidades está el recibir la bola en forma extraordinaria con potencial para ser un bateador de poder, este venezolano fue obtenido de Minnesota por Washington en el cambio de Matt Capps.
El segundo es el primera base Brandon Belt de los Gigantes de San Francisco. Él se demuestra como un tremendo guante, bat de contacto, poder, actitud positiva y de liderazgo, al verlo jugar parece un veterano. Aún cuando ha tenido un comienzo lento, pronto dará los frutos que se esperan de él.
Los últimos tres son lanzadores de tres organizaciones diferentes; uno es un joven de 22 años, Michael Pineda de Marineros, es derecho de físico imponente, buen control, repertorio eléctrico y una excelente recta que oscila entre 96-98 millas. El segundo es un derecho de 24 años, Kyle Drabek de los Azulejos de Toronto; Drabek llegó en el cambio de Roy Halladay y se espera que muy pronto sea de los mejores lanzadores de la división, tiene linaje MLB su padre era el gran Doug Drabek.
Nuestro último novato es el lanzador zurdo de los Orioles de Baltimore Zack Britton, es un pitcher que vive de su sinker, es el pitcheo que le ha dado su nombre en las menores y es lo que lo guiara hacia el estrellato, si es necesario cuenta con una recta de cuatro costuras que alcanza las 96 millas y un devastador slider junto a Matusz, el presente y futuro monticular de Baltimore. Les recomiendo que cuando los vean en el menú de MLB, les echen un ojo, estrellas en potencia.
Por hoy se acabó, nos vemos en el estadio
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