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Lo de Sosa, no extraña y menos sorprende.
¿Entonces no sólo eran corchos en los bats?
Y pensar lo sucedido el 98 con aquel tórrido romance jonronero que tuvo con Mark McGwire… finalmente eran dos condenados anabólicos diabólicos, con el estadounidense terminando con 70 por 66 del dominicano.
¡Qué falsedad, teatro y engaño, con estadios llenos a reventar!
Fue el año en que Sammy pegó 20 jonrones en el mes de junio, el actual récord.
Los anabólicos llevaron a Sammy Sosa y McGwire (1996-99) a llegar ese año en acumular más de 50 jonrones en cuatro temporadas. Babe Ruth también hizo ese truco, pero sin esteroides.
Sosa bateo 66 en 1998, fue el JMV de la Liga Nacional y siguió con temporadas de 63 y 50.
La lista “secreta”
Carajo: Sosa, uno más en la lista de 104 involucrados que supuestamente era “confidencial”, hoy en manos de la MLB y la Asociación de Peloteros de Ligas Mayores.
Pero ese “secreto” se está develando por periodistas, abogados y aumenta el fuego y el escándalo.
¿Por qué se están dando a conocer “a cuenta gotas”; por qué razón no la “sueltan” de una vez por todas… quién sigue? Pero se habla de “un código de confiabilidad” y pues nanay.
Félix Hernández
Lo que no me sorprende es el admirable Félix Hernández quien está hecho todo un tiro en la loma: 7-3 y 2.77 de efectividad con Seattle.
Lleva 3-0 con 0.72 en sus últimas cinco salidas; sólo ha permitido tres carreras en 37 entradas y dos tercios.
Ayer lanzó juego completo con sólo dos hits ante los Padres de San Diego venciéndolos 5-0 para continuar en su excelente campaña. Llegó a tres blanqueadas en su exitosa carrera y su sexto juego completo de por vida.
Hernández ha permitido una carrera o menos en cinco inicios consecutivos y en seis de los últimos siete.
Bien por el venezolano, orgullo latino, señores.
Costuras en la pelota
Mire cómo empezó el relevante tema que a continuación comparto con usted:
En mi blog Remehibe llegó primero un correo del lector Carlos Rodríguez Candila en los siguientes términos, lo que se agradeció, claro:
“Le envío un saludo y abrazo; sus conocimientos en este deporte son extraordinarios, siga escribiendo igual y recréenos en lo que ningún deporte hace lo que el beisbol hace ES EL REY de todos. No lo digo Yo, se explica por si mismo.
Al tema, mire: ¿Acaso alguien ha contado cuántas costuras tiene la pelota?
Este no es un misterio. Es porque reúne las 3 figuras geométricas básicas de la vida (el trazado geométrico del campo y ese número 9). Un abrazo”.
Al leerlo, me quedé sorprendido por el planteamiento y ángulo abordado. Por ello, insistí en el mismo y le pregunté a Carlos si podíamos ampliar el contenido, darle seguimiento y compartirlo, teniendo esta respuesta:
El deporte es una ciencia
“Claro que puede compartirlo con todos los aficionados al beisbol; este deporte es una ciencia porque sus bases de desarrollo se establecieron con el triángulo, el cuadrado y la circunferencia y el número de regencia es el NUEVE, único número que multiplicado con otros dígitos o cifras sin importar el número de dígitos siempre la suma de su resultado dará nueve.
Quizá porque son 9 los planetas que rigen el sistema universal donde vivimos. El caso es que curiosamente la pelota tiene 108 costuras donde 1+0+8 =9.
La pelota representa el planeta llamado Tierra que viaja solo 180 grados 1+8+0 = 9 cuando se logra un jonrón (home-run) y logra un éxito (el que lo batea ) pues transita paso a paso un cuadrado tranquilamente que mide 90 pies de base a base lo que resulta de una vuelta cuadrada de 360 pies donde 3+6+0=9 y el sustrato 90 es =9, se logra la circunferencia siempre, se llaman carreras.
Es lo acostumbrado siempre de buscar y lograr por los jugadores: hacer de la cuadratura el círculo.
El número de costuras de la pelota de beisbol es directamente proporcional al proceso de juego de eso llamado beisbol= 9; porque nueve son los jugadores de cada equipo y la suma de los dos es decir 1+8 = 9 , donde el submúltiplo 3 = al triángulo, una esencia que permite el sostén de cada ser en la esfera cuyos radios dan una cuadratura.
El diseño del campo de beisbol tiene un triángulo que va de home a cada límite de jardín donde la circunfenrencia inicia (un radio de 95) la hipotenusa complementa el enigma.
El béisbol es el único deporte que permite que tanto el jugador como el elemento de juego permite que no se interrumpa la jugada aun abandonado ambos los límites convencionales del terreno de juego.
¡Ningún deporte tiene esta facultad!
Y si un pitcher logra evitar que alguien se le embase durante 9 innings con 27 outs o evitar que alguien sea por error de alguno de sus compañeros o del el o porque no logró dominar al contrario o por lo que sea pero nadie se embasó, logra el juego perfecto es decir; sacar a todos los contrarios sin que nadie logre llegar a la primera base y logra 27 outs o sacados lo que es igual a 2+7 =9.
Alguno de todos los que lean esto puede considerar que ¿es o no el rey de los deportes el beisbol?”.
Vive en Metepec
¿Y quién es nuestro interlocutor?
Nos lo dice:
“Con mucho gusto le proporciono mis datos personales. Me llamo como ya sabe Carlos Rodríguez Candila, (seye43@hotmail.com). Nací en Seye, Yucatán, el 20 de septiembre de 1943.
Resido en el municipio de Metepec, Estado de México. Mi profesión: médico. Me gustan casi todos los deportes. Practiqué desde niño el beisbol, quizá desde los 8 años de edad ya en forma de equipo sin pertenecer a ligas que en ese tiempo no existían y menos en medios rurales de manera organizada, hasta la liga juvenil en la adolescencia en el D.F. Posteriormente y hasta los 42 años de edad en la liga mayor de aficionados.
Claro que tiene mi autorización para comentar mis ideas, lo que le he comentado son cuestionamientos que me he planteado para tratar de entender la perfección que éste deporte tiene.
No considero que tenga referencias bibliográficas aunque puedo equivocarme.
Sólo a modo de complemento respecto a ese llamado enigma del numero 9 tiene base cósmica con exactitud en la pirámide donde Chichen Itzá llamada de Kukulkán los mayas midieron con exactitud el tránsito armónico del planeta respecto al Sol y establecer las 4 esquinas o estaciones básicas de los tiempos (Primavera la principal y más acudida por espectadores, pero están presentes las 3 restantes en forma esotérica).
Mucho le agradezco su tiempo y paciencia; sólo le pido algo muy personal, no quiero que me considere un experto en materia de beisbol pues usted o don Pedro Septién o el mismo Antonio de Valdez ¡vaya que saben de este magnífico deporte ! Le envío un cordial saludo y sirva de algo para meditar eso que le he expuesto”.
