AL BAT: El “Rey” Pancho

¡Serie del Caribe: En qué bache ha caído el béisbol de la LMP!
Así son las cosas en Dominicana.
Mejor, por hoy, disfrutemos esta historia:

A Panchillo “Conde” Ramírez tuve la fortuna de verlo lanzar en el desaparecido estadio Abelardo L. Rodríguez, de Guaymas cuando era todo un ídolo de aquellos años de fines de los 50´s y los 60`s.
Debo decirle con orgullo que en las dos últimas ceremonias de entronización de inmortales he tenido el gran gusto de saludarlo, ahí en el Recinto Sagrado con sede en Monterrey. Imagine toda emoción que surge cuando uno vuelve a ver a un ídolo de la niñez.
Panchillo fue y ha sido de lo más grande del pitcheo mexicano; a la altura de los mejores de su tiempo y si no se estableció en el mejor béisbol del mundo, ya sabe la razón.
Jackie Robinson en abril del 47 había roto la barrera racial pero todavía era muy difícil que un pelotero latino o mexicano fuera tomado en cuenta y subido de las organizaciones de Ligas Menores a la Gran Carpa. Y como Panchillo, sobran nombres de paisanos.
Un aspecto que siempre llamó la atención en el nativo de Río Verde, San Luis Potosí, el 9 de marzo de 1928, fue su característica forma de lanzar.
Y es que el gran “Conde”, tuvo un accidente al caerse de niño de la azotea de un piso en su casa y su mano y muñeca de lanzar quedaron algo deforme, situación que le hizo perfeccionar “la bola de lado” tirando toda clase de diabluras a home, especialmente la curva.

En un mundial amateur
Empezó a jugar a los 18 años de edad en la pelota amateur potosina y pronto se le vio enfundado en la franela de México en el Campeonato Mundial de Beisbol en Managua, Nicaragua en 1948 en el que lanzó un partido, contra Dominicana pero sin tener decisión. “Taco” Martínez y Domingo Santana fueron los mánagers.
José Luis “Chile” Gómez, aquel formidable y fino segunda base sinaloense, el segundo pelotero mexicano en Ligas Mayores (1935) después de Baldomero “Melo” Almada (1933) era mánager con los Tuneros de San Luis cuando lo vio lanzar con Ebano de la Liga del Golfo y de inmediato lo contrató.
Debutó así en la Liga Mexicana en 1950 con los Tuneros de San Luis calificados en esos días como los Niños Catedráticos, ya que incluían muchas caras jóvenes, prospectos como él.
Esa campaña el potosino estaba camino hacia un promisorio futuro: ganó el título de Novato del Año al tirar en 25 juegos logrando marca de 3-5, con un excelente 2-81. En el 51 tuvo 13-10, 3.81 en 39 juegos: ese año Tuneros perdió el título ante los Azules de Veracruz.
La cosa estuvo así: San Luis ganó la primera vuelta y la gente del famoso magnate, Jorge Pasquel, la segunda, para luego ganar la serie final. Esa temporada sería la última del veracruzano en la Mexicana.
Fue el año en que Angel Castro, mánager-jugador (por segundo año seguido) de los Azules, ganó la triple corona de bateo: .352, 22 jonrones y 70 producidas.
En aquel 1951 fue cuando el veterano cronista Fray Kempis bautizó a Panchillo como el “Conde”, aunque después lo llamarían “el Rey Pancho”.
Luego de iniciar la campaña de 1952, los Tuneros se transformaron en Diablos Rojos y al “Conde” le cayó mal la capital mexicana: 10-17.

En las ligas Arizona-México y de Texas
En 1953 se fue al San Luis de la Liga Central, pero en el invierno lanzó para los Aguilas de Mexicali en la Liga Arizona-México que le abrió las puertas en la pelota americana al registrar 9-3.
Al siguiente invierno del 54 estuvo mejor: fue pítcher campeón con 18-9, en entradas con 264, en ponches con 193 y carreras limpias con 3.51. Era una liga donde se bateaba mucho, pero Panchillo estaba impecable… y fue implacable.
El 55 fue aprobado por los Búfalos de Houston, sucursal de Cardenales de San Luis en la Liga de Texas. Empero, después de lanzar en siete juegos, Panchillo dijo que “extrañaba la comida mexicana” y se regresó con Mexicali para marca de 10-8, además de ser el líder en efectividad con 2.94.

Lanzó un sin hit ni carrera
Aquí en el Pacífico fue gran pitcher con Yaquis y Cañeros tanto en la Costa del Pacífico como en la Invernal de Sonora y luego la Sonora-Sinaloa.
Imposible olvidar cuando con los “Rojos/Arroceros” de Cd. Obregón tiró un sin hit ni carrera contra Jalisco, hazaña ocurrida el 18 de diciembre de 1955, ganándoles 4-0 y superando a Ramiro Cuevas, quien tuvo ayuda de Miguel Sotelo.
En 1955 y 56 fue líder de ponches con 102 y juegos completos con 10; líder de blanqueadas en 1954-55 con tres, 1955-56 con cuatro, misma cifra obtenida para puntear la liga en 1956-57.
No se olvida cuando en esa temporada (56-57) Pete Meza ganó trece juegos seguidos superando la marca que acaba de imponer Panchillo Ramírez, con Obregón, de 11, quien había empatado la de Armando “Bule” Guzmán, de Navojoa, quien a su vez dejó abajo la de Walter McCoy, de Obregón (10).

Con los Cañeros campeones
En la Liga Invernal de Sonora y luego Sonora-Sinaloa, fue un estelar durante siete temporadas, de 1962-63 a 1968-69
Sus mejores actuaciones en ese lapso se dieron en 1963-64 al ser líder de efectividad con 2.31 y de ponches con 145. En la 66-67 logró 15-4 y en el 67-68, alcanzó marca de 11-6.
Pero fue en el 68-69 cuando defendiendo los colores de los Cañeros de Los Mochis los ayudó a que fueran por primera vez campeones de la pelota invernal.
Esa temporada tuvo un momento de gloria cuando el 20 de octubre dejó en un hit a Hermosillo (Roberto Méndez) para blanquearlos 3-0. Al final quedó con 3-4, pero Cañeros tenía ya de “caballos” del pitcheo a Don Secrist (15-3), Pepe Peña (11-8) y David “Látigo” Jiménez (6-2). También estuvieron Simón Betancourt (5-6) Antonio Pollorena (4-7), Salvador Sánchez (2-1) y Eleazar Moreno (0-2).
El “Papelero” Valenzuela sustituyó a José Luis “Chito” Ríos desde antes de iniciar la campaña y se ganó a ley el título de Mánager del Año. Tuvo de coach a Américo Pérez que siempre cargaba con su “patita de conejo”, ya sabe usted, esos amuletos buscando la buena suerte.
Además del pitcheo descrito, a la ofensiva lucieron los receptores Gregorio Luque y Beto Palafox; en el cuadro Cal Emery, Gabriel Lugo, Aurelio Rodríguez, Chico Rodríguez y Papelero Valenzuela… y en los jardines, Obed Plascencia, Bobby Treviño, Sandy Valdespino, Emilio Sosa, Manuel Ponce, Gonzalo Villalobos y Neto Cruz.

Su triple corona de pitcheo
Veamos su recorrido en la Liga Mexicana:
Cuando en 1956 los Diablos Rojos del México adquirieron sus servicios, tuvo un año inolvidable:
Esa temporada fue el gran estelar del equipo al ganar el México su primer campeonato bajo el mando de Lázaro Salazar. Panchillo ganó la triple corona de pitcheo al tener récord fantástico de 20-3, 148 ponches y 2.25 en carreras limpias.
Estaba en el mejor momento de su carrera.
Esa hazaña sólo la había conseguido el cubano Martín Dihigo, un par de veces, y el año anterior (1955) el norteamericano Fred Waters con los Tigres capitalinos.
Tuvieron que pasar 48 años para que otro lanzador volviera a igualarlo. Este privilegio fue para Francisco Campos en el 2004 jugando con los Piratas de Campeche.

Derrotó a los Piratas y a Roberto Clemente
Sus grandes triunfos de 1956 le abrieron la puerta con los Sugar Kings de La Habana, un equipo de la Liga Internacional de clase triple A que era sucursal del Rojos de Cincinnati.
Panchillo tuvo sus buenos momentos en ese fuerte circuito y llevaba marca de 4-4 y 3.76 cuando le dijo al alto mando que deseaba volver a México.
Regresó a la Liga Mexicana y en la primavera de 1958 tuvo aquel recordado juego en que le ganó al Piratas de Pisttsburgh que visitó el Parque del Seguro Social.
Un gran lleno y Panchillo estuvo a un out de la blanqueada, pero un jonrón ya al final del catcher Danny Kravitz empujó tres carreras para los bucaneros en donde jugó el inolvidable Roberto Clemente y dio dos hits.
De cualquier manera ganó Panchillo el juego por 5-3 y fue paseado en hombros. Un juego inolvidable.
Por tres años seguidos ganó 17 juegos para Diablos pero con Chero Mayer de manager tuvo un problema y en 1961 fue cambiado al Sultanes donde tuvo horrible 9-18, pensándose que su estrella comenzaba a apagarse.

Grande, con Monterrey
Sin embargo al año siguiente volvió a ser el monarca del pitcheo con 18-9, 3.61 de efectividad y 113 abanicados. Fue también líder en juegos completos (16). Lanzó también tres blanqueadas. Luego logro campañas de 14, 13 y 12 triunfos.
Obviamente en aquel 62 los Sultanes con esa clase de pitcheo de Panchillo y el enorme equipo que armó con “Sungo” Carrera al timón iban a ser grandes campeones contando también con Evelio, Cuellar, Dicochea, Memo López, “Mulo” Alvarado, Espino, Vinicio, Corella, el “Yaqui”, Perry, Delís, Parsons y otros héroes.
Para 1967 le llegó un tercer aire al jugar para Charros y ahí registró 12-14 y 2.75, siendo esa vez sus compañeros Andrés Ayón el máximo ganador (25) y Juan Suby (2.36) el mejor en efectividad.
Aquel inolvidable 67 con Memo Garibay de manager Jalisco conquistó el campeonato, el primero en la historia del equipo. Siempre se recuerda cuando con pitcheo de cinco hits “amarró” el campeonato superando a los Diablos y Ramón Arano para un gran triunfo de 7-0 y su 30 blanqueada en su paso por la Mexicana donde acumuló record de 184-161 en 17 años.
En 1969 vivió su última temporada completa de verano con el Piratas de Campeche en la Liga del Sureste, con récord de 8-12. Luego el 70 lanzó cuatro juegos muy buenos para los Diablos antes de terminar su carrera con Tampico, en la Liga Central.
“El Rey Pancho”, un inmortal en el Recinto Sagrado desde 1982. jarubio@guaymas.uson.mx