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Daniela Plascencia se ha dedicado a la cerámica en Hermosillo desde hace 10 años; en su obra, la artista visual representa a varios pueblos originarios de México, como mayo y yaqui.
La cajemense indicó que en un principio ella quería ser pintora, ya que estudió en la Universidad de Sonora (Unison) con ese objetivo, sin embargo comentó que la arcilla le abrió otro mundo de posibilidades.
Gracias a un cambio radical en su vida, la artista sonorense presentó su obra en varias partes de México, así como en Nueva York, Estados Unidos (EEUU).
Contó que en su adolescencia jamás pensó en dedicarse a las artes visuales: “mi acercamiento a la pintura y a la cerámica fue desde muy chica, siempre quería expresarme de manera pictórica”.
En su época universitaria, la gente empezó a observar sus obras y le fueron realizando pedidos: “poco a poco hasta llegar al punto de convertirme en una impresora”, añadió.
Por lo anterior, optó por dejar la pintura, pues notó que su forma de expresarse se veía diluida, pero su suerte cambió al encontrar la cerámica.
“Fue allí cuando le toqué las puertas a Adán Paredes, un ceramista, empecé a trabajar para él haciendo las masas de arcilla de sus cerámicas, fue como volver a encontrarme a la niña Daniela. Volver a tocar la arcilla, fue ‘quiero volver a sentirme así, feliz, curiosa”.
Indicó que, en un inicio, ya como ceramista, presentó su obra en Sonora, pero al poco tiempo llevó su arte a Oaxaca, Guadalajara, Yucatán, Ciudad de México y hasta Nueva York.
Daniela Plascencia explicó el proceso de recoger arcilla en el monte: “me fijo en un mapa en donde aparezca que hubo arroyos y ríos, lo que pasa con los ríos es que hay mucho movimiento de agua, se van movimiento las piedras, la arena y va dejando limpia la parte superior, donde se ve como desértico en las vetas, esa primera capa, es arcilla, al lado de los ríos también hay”.
La artista visual narró que ha ido al río San Miguel para recolectar arcilla, además de Álamos, que es un: “banco gigante de arcilla de hierro” y en el Valle del Yaqui.
Al preguntarle a Plascencia qué consejos daría a las nuevas generaciones, respondió: yo creo que algo que me ha ayudado mucho es inspirarme en mis raíces, sean curiosos con esa raíz, pregunten historias a sus abuelos, papás, nunca sabes qué te pueden traer”.
