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Su prolífica y brillante trayectoria como escritor no ha sido suficiente para que Carlos Moncada haga un alto en el camino, detenerse en el balance de libros publicados y reconocimientos obtenidos, un inventario final que a otros daría por satisfechos mas no a este incansable periodista que ahora se aplica a un nuevo proyecto, tal vez el más ambicioso de su carrera: Elaborar una enciclopedia con la historia de la cultura sonorense desde 1831 hasta el 2018.
Dicha así la idea sugiere el trabajo de un equipo de investigadores dirigidos por el editor que asigna funciones y da coherencia a la información recabada. No es el caso de Moncada y su proyecto actual:
"Trabajo solo, no confío en los ayudantes. Pero podría decir que los tengo porque a veces transcribo reseñas de funciones, exposiciones, conciertos, escritas por otros", aclara.
Con esa minuciosa soledad recopila notas, datos, reseñas, todo lo que sirva para construir la enciclopedia que titulará Saga de la Cultura Sonorense.
"Es una colección de 12 libros que espero terminar a mitad del 2019 para celebrar con ella el cincuentenario de mi primer libro publicado", dice.
El proyecto lo concibió después de cumplir los 80 años de edad:
"No sé cuándo comencé a darle vueltas a la idea de hacer esta Saga... A los 80 años decidí que dejar bien organizada la información sería útil para los que vienen (o ya están aquí). Cubre de 1831, cuando Sonora se convierte en entidad soberana al separarse de Sinaloa, hasta 2018".
El contenido estará dividido en disciplinas artísticas y actividades culturales:
1. Arquitectura, 2. Ópera y teatro, 3. Fotografía y cine, 4. Línea y color (pintura), 5. Procesión de estatuas (escultura), 6. Un desierto para la danza, 7. Literatura, 8. Historia y Crónica, 9. Periodismo, 10. Música, 11. Ciencia y Tecnología, 12. Instituciones educativas y culturales.
"Cada libro lleva un orden cronológico pero no un orden rígido. Los visualizo en 4 tomos: tres libros en cada tomo con un total de dos mil páginas o un poco más".
Erudito
El cúmulo de información que ofrece una enciclopedia no impide evaluar críticamente la identidad cultural forjada en casi 187 años de historia (1831 - 2018).
En su libro Sonora bronco y culto (1997), quizá un antecedente cercano de lo que será la Saga..., Carlos Moncada abordó el tema:
"Sonora es un estado culto... No somos finos y sofisticados, ni eruditos y cosmopolitas. El calor salvaje y las distancias inmensas nos han hecho bruscos y arrogantes. Si llegamos a ser cultos no dejaremos de ser broncos".
La definición puede ser polémica pero es acertada porque rechaza el lugar común con el que se pretende definir a los sonorenses y que suele ser citado con cierta pedantería aun por los más ignorantes: "La cultura termina donde comienza la carne asada".
Por encima de estos clichés está la identidad forjada en casi dos siglos de actividades y obras artísticas, un mar de información que el investigador ordena con la paciencia de quien arma un rompecabezas de 5 mil piezas.
Sus fuentes son las entrevistas con promotores, funcionarios y creadores, además de una extensa bibliografía que comprende libros, publicaciones periódicas y documentos históricos consultados en el Archivo General del Estado, el Archivo Histórico y la Hemeroteca de la Unison.
"Pero el mejor archivo", aclara, "es el mío pues comprende recortes propios y ajenos, documentos, entrevistas con escritores, teatreros, etc., fotos, libros, programas de mano, catálogos, etc. En cuanto a publicaciones, tengo la vieja Revista Universidad, suspendida hace 8 años; Letras de Sonora, de tiempos de Luis Encinas; colección del suplemento Voces del Desierto (del difunto El Independiente), colección de Unísono, Dónde y Cuándo y Lúdika, del ISC; Néctar, Altanoche, La Línea del Cosmonauta, La Gaceta de la Universidad, Tierra Adentro y algunas más".
Protagonistas
Como no hay cultura sin protagonistas destacados, viene la pregunta de cajón para el historiador: ¿Quiénes son los héroes de esta historia, quién pisa fuerte en la historia cultural de Sonora?
"Como mi Saga cubre disciplinas artísticas diferentes, tendría que dar diez o doce nombres, quizá más, para opinar quién pisa fuerte. Hay excelentes fotógrafos, cineastas en formación, en danza se distinguen Adriana Castaños y el grupo Antares, el dramaturgo Luis Mario Moncada nacido en Hermosillo se fue (lo llevamos) a México a los siete años y anda en otra dimensión; agregaré a los plásticos ya citados a Roberto Parodi que tampoco nació en Sonora. Hay una soprano de Caborca extraordinaria: Julieta Olalde, educada en Suecia, muy de tarde en tarde nos visita. Estamos ayunos de buenos escultores y buenos actores (con perdón del Chobi)".
¿Y las mafias que caracterizan al ambiente cultural mexicano, también aquí están presentes?
"No hay maffias que influyan en la formación de corrientes, sólo grupos muy pequeños que se mueven a nivel doméstico. Nuestros mejores artistas plásticos se han ido a buscar influencias en la Ciudad de México (Gustavo Monroy que nació en México aunque se formó en Nogales, Jorge Figueroa, de Cananea, una gran figura para los potosinos) Pasa lo mismo con excelentes músicos como Alfonso Molina, de Hermosillo y Alejandra Luken Káram, de Obregón, que escriben música sinfónica y andan en el extranjero. Uno de los objetivos de mi obra es ayudar a que sean conocidos en Sonora".
Constantes
¿Un tema común, el papel del Estado en la promoción cultural, cuál ha sido la constante en Sonora?
"La constante que se ha visto en el gobierno de 25 o 30 años a la fecha es la incorporación de programas culturales de la Federación a su Plan de Desarrollo Cultural (como el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes o temporadas de cine mexicano), lo que me parece muy bien. Hay programas de veras nuestros que se han sostenido sin ayuda exterior importante, como el FAOT y Un Desierto para la Danza".
¿Y cómo responde el público a los esfuerzos de creadores regionales?
"La constante de la sociedad es la indiferencia hacia la literatura local; ni siquiera los escritores sonorenses leen a los escritores sonorenses. La sociedad responde, si acaso, a actividades que sólo se ejercitan una vez al año. Los círculos de lectura no forman lectores, más bien los forman personas que buscan contactos sociales".
Voluntad tenaz
"No haremos obra perdurable / no tenemos de la mosca la voluntad tenaz". El verso de Renato Leduc puede aplicarse a la mayoría de los escritores contemporáneos de Sonora, salvo notables excepciones, y una de esas figuras excepcionales es Carlos Moncada.
Más de 60 años de ejercicio periodístico, cuando menos 30 libros publicados, escritor de varios géneros -novela, cuento, historia...-, Moncada aplica su tenacidad a la construcción de la Saga de la cultura sonorense, una obra que sin duda será referencia obligada para la presente y las futuras generaciones.
Lo hace en solitario y sin mecenazgos:
"No necesito apoyos para investigar (los necesitaré para publicar) porque me pensionaron en la Universidad y puedo trabajar en casa seguro de que en el refri siempre hay algo de comer".
Así es este periodista admirado, pero también con detractores políticos y culturales, lector voraz y grafómano incurable, un ameno conversador con el que se puede compartir y aprender de él sobre muchos temas, aunque en lo personal mi tema preferido, cuando he platicado con Carlos, es uno que puede entenderse parafraseando otro verso de Leduc:
Mientras haya vigor / pasaremos revista / a cuanta dama vista / y calce regular...
