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El crítico Jorge Ayala Blanco afirmó que ‘El Renacido’, de Alejandro González Iñárritu, es una “película vacía”, que “afortunadamente” no ganó como Mejor Película en los Premios Oscar del domingo pasado.
En entrevista para Aristegui CNN, señaló que los jurados son “miembros de la Academia cuyo edad promedio es 64 años y todos representan al conservadurismo norteamericano”.
Desde su punto de vista, la mejor película era Carol, pero como aborda una historia de lesbianas, “no la aceptan”.
“Otra que me gustó muchísimo es Mad Max, pero no se atrevieron a continuar con la serie de premios, le dieron 6″, refirió. “No hubo una película de acción de ese nivel el año pasado, una fantasía maravillosa”, apuntó.
Sobre la ganadora, “Primera plana”, dijo que es un filme “interesante, me gusta mucho”; aborda el periodismo de investigación y “trata indirectamente el tema de los curas pederastas, es muy hábil porque no trata directamente el tema, lo que importa es si hacen o no su reportaje”.
Afirmó que en El Renacido “el genio de los genios es Lubezki” -quien fue su alumno- por lo que consideró que se merecía su tercer Oscar consecutivo por Mejor Fotografía.
Sin embargo, “la película le sobra a Lubezki, es demasiado Lubezki para una película vacía, donde no hay un personaje, el personaje es totalmente hueco, la película no es más que un calvario, no solamente la sobrevivencia, un tema aberrante que es el de la venganza. Cuando se consuma la venganza ya no hay personaje, nunca hubo personaje, no hubo profundidad, mucha forma para tan poco contenido”.
“Hay demasiado Lubezki para tan poco contenido“, lamentó.
“El cine no es el arte de las imágenes bellas sino de las imágenes necesarias“, sostuvo.
La fotografía es demasiado para la película, incluso “la termina deformando”, insistió.
Respecto al premio a Iñárritu como Mejor Director, aseveró que fue porque “vende tremendismo mexicano”.
Y del premio a Leonardo DiCaprio, expuso que hubo una “cantidad enorme de estaciones de viacrucis… lo merecía por haber sufrido tanto”; el reconocimiento es porque “ya le tocaba. Es por cansancio. Es estar insistiendo hasta que te toca por fin. Aplausos porque te tocó no porque sea un extraordinario personaje, no había, es totalmente hueco, es ver a un hombre que está sufriendo toda la película”.
Yo escribí “la película es un asco. No me voy a desdecir”, sentenció.
El filme, estableció el crítico, “tiene que ser una perfecta compaginación entre la forma y el contenido; si alguno de los dos queda desbordado por el otro, la película falla; existen películas, sí, que son tan extraordinariamente visuales que llegan a crear ese contenido… pero está creando un mundo. El problema de Iñárritu es que ve esas películas y quiere copiarlas, para mí es totalmente un talento, un talento mimético”.
Una gran película “es la perfecta coreografía, la cámara que está estableciendo relaciones totalmente novedosas”. En contraste, “la cámara de Lubezki simplemente crea coreografías al vacío”, añadió.
Sobre las películas de Iñárritu, calificó a Amores Perros como la “hiperfragmentación”; después pasó a una película que es un “virtuosismo vacuo”, con Birdman; y ahora está creando pequeños “Birdmansitos”.
“Ojalá fueran muchos los mexicanos que detestaran las películas que glorifican el sufrimiento, los calvarios y el dolor en sí mismos, ya basta de estar promoviendo eso, el cine tiene otros valores que proponer”, finalizó Ayala Blanco.
“Es excepcional”
En contraste, la crítica de cine, Fernanda Solórzano ve en El Renacido una película excepcional.
Y “sobre todo es un mérito de la dirección… alguien tiene que imponer una visión para coordinar tantos esfuerzos distintos. Y en este caso es una visión muy particular, de un director muy particular, como es Alejandro González Iñárritu… finalmente lleva su visión a término”, afirmó.
Le película tocó fibras y “no se deja de hablar de ella. El hecho de que ocupe un espacio en la imaginación colectiva, habla tal vez de una carencia en el cine en general. Tal vez estábamos acostumbrados a ver un cine que se logra fácilmente en una sala de digitalización. Una de las grandes virtudes de El Renacido es un cine hecho en la realidad”.
Aquí hay algo que estimula la imaginación de los espectadores, rompe con tantas imágenes digitales planas, señaló.
Reconoció que El Renacido es una película muy visual y tiene una trama muy elemental, pero “no creo que eso lo vuelva una película vacía”.
El filme de Iñárritu “crea una experiencia emocional, no sólo estética”, pues sí genera una tensión, concluyó.
