Aunque los prólogos aparecen al abrir los libros, en realidad es lo último que se escribe y, de los prólogos se espera que sinteticen o apologicen los contenidos. Conozco a los autores del libro Mi apá, los plebes y yo y los admiro, por lo que con la ocasión a la mano los abrazo ahora con la palabra escrita a la familia Vega López.
Aunque somos parientes del mismo tronco familiar, en realidad el reencuentro con los Vega López es reciente en mi vida. Antes supe de ellos por las charlas de los mayores que aludían a ciertos parientes de La Sierra que estaban avecindados en los breñales de El Polvorón.
Al regreso a Cajeme, en el 2008, topé en las ceremonias culturales con el protagonismo de aquel pintoresco binomio que forman Pancho-Beti o Beti-Pancho, en el que ella lleva al otro como la ágil locomotora remolca al trastabillante cabús.
Pronto, a fines del 2009, entre los devaneos de escritores mostrencos, las coordenadas de nuestras vidas se reencarrilaron y de allí retoñó la comunión del origen, la evocación de los parajes montunos, las vivencias, la historia familiar, se recreó el caldo de cultivo para las renacidas afinidades y fraternidades.
El libro Mi apá, los plebes y yo contiene narrativas de Pancho Vega y de la prole Vega López. Se trata de testimonios de corte anecdótico en los que habitan tintes autobiográficos que los narradores imaginan, desdoblan, enmascaran o exageran y logran que las historias empaten con la tradición oral de la familia, del barrio o de El Polvorón.
Pancho enhebra anécdotas y relatos autorreferenciales con trazos que pintan el rudo ambiente campeño, al que irrumpió siendo niño entre los inmigrantes que construyeron la prosperidad del Valle del Yaqui. Esta vez el libro se enriquece con las composiciones de sus hijos, que son relatos de bullicio, de ocurrencias, de sucesos chuscos o de tristezas que recatan a base de flashazos de la memoria.
El libro documenta historias del clan creadas con brevedad y sencillez en los que abunda la franqueza, frescura y naturalidad de la gente de Sonora. Contiene consejos y sabiduría popular, que al trasluz del chocarrero sonsonete sonorense, hacen que esos de casos de vida sean composiciones de humor al rojo blanco, libre de ofensas, sin choteo y sin albures.
Mi apá, los plebes y yo es son historietas del entorno de los Vega López, colecta alegrías, desprendimientos, anhelos, sufrimientos, esfuerzos y vivencias, que al recaudo del libro conservan fresca la memoria familiar. Pancho Vega y la prole publican estas experiencias de vida para dar cuenta del aprendizaje que deja la travesía de la vida, sobre todo si cuando presagia la felicidad como fruto de la existencia.
Pancho Vega, Beti, Heriberto y Pancho Jr., en su Mi apá los plebes y yo, nos muestran que el espíritu se fortalece con la serena valentía que anida la palabra escrita, nos muestran que la memoria es la suma de experiencias que se atesoran en los recuerdos imborrables.
