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Es itinerante y al parecer tiene la virtud de la perseverancia y la amalgama de la experiencia que lo avalan dos sexenios de ayer, en la lucha por alcanzar la Presidencia de la República, en la que en uno de sus intentos, llegó a ser “Presidente Legitimo, y en las dos” le dió fuerte y feroz pelea al sistema.
En el 2006, fue cuando Felipe Calderón le ganó casi por nada y muchas voces fueron las que dijeron que no existió tal victoria.
Después lo llamaron un peligro para México y eso más bien pudiera ser una cosa de interpretación.
Luego vino el enfrentamiento Contra Enrique Peña Nieto y también la batalla fue cruenta.
¿El conteo?. Dos peleas, dos perdidas.
Pero aun así, como los buenos fajadores, la gente le tiene fe, por eso se la juega otra vez.
En su itinerario hace poco visito tierras de Cajeme y emulando al padre de la Democracia mexicana cuando andaba en campaña presidencial visitó Esperanza y ahí dejó “muchas esperanzas”.
Habrá muchos que les dé por medirle el tiempo y en esto se basaran en que en esta vez es la tercera y como en el adagio viejo, _ La tercera es la vencida_. O pudiera ser, la ultima y nos vamos_.
Muchos son los que dicen, que no ofrece nada y otros que ofrece más de lo que realmente pudiera alcanzarse en el mundo de las realidades.
Así pues a estas alturas es más fácil conocerlos por los apodos que por su nombre: AMLO, Ya sabes quién, un Peligro para México.
En su camino, su peregrinar, como en la narración de cuando el más grande predicador de los antiguos tiempos, que predicaba en Samaria y Galilea, va juntando adeptos, entre ellos hay algunos leprosos que se han tenido que salir de sus orígenes y aunque a diferencia de antaño que no lleven el cencerro del mal, aun así pueden desde lejos ser plenamente identificados, y como aquel antiquísimo predicador, el les da el beneficio del arrepentimiento.
Hace dos décadas, fue cuando la parte sur de Sonora se vistió de Amarillo, el color emblema de la izquierda de Aquel Tiempo, en aquellos días había en Cajeme hombres y mujeres de izquierda, algunos de ellos químicamente puros, convencieron, y en Cajeme se dio por primera vez un Gobierno de izquierda. sin embargo a partir de ahí la izquierda en el municipio se enterró, hubo muy pocas voces que la proclamaran, pocos fueron los fieles que no se doblaron ante las tentaciones, y las perversiones, que aguantaron estoicos, tal vez esgrimiendo estrategias no ya de venganza sino de encontrar un verdadero camino de regreso al lugar que todo aquel que abraza la política tiene en mente, el poder, esa cosa mágica que a muchos los envilece y a muy pocos engrande.
A decir de muchos ese hombre itinerante tiene fuertes posibilidades de lograr la meta.
Por lo pronto Andrés López Obrador en esta contienda y dependiendo de los resultados se le resolverá la respuesta a la encrucijada que hoy se le presenta y dependiendo de los resultados el tendrá la respuesta, o se va a la “Chingada” o se va a habitar a los “pinos”, lo segundo es donde le espera un largo y sinuoso camino, quizá mas largo y penoso que todo el tiempo que duró para lograr alcanzar la meta.
Hoy en día hay muchos que se cuelgan de su figura, de su nombre, como lo hicieron la primea vez y en su primer intento, primer “fracaso”, luego lo abandonaron, se fueron como vil traicioneros con la marca contraria a unos ahí, en ese tiempo se le dió la fortuna y lograron alcanzar el “Prestigio”, ese “prestigio”, que ahora se lo muestran para que los acepte.
Por estos días, quizá sean voces aventuradas las que dicen que entre las líneas que marcan las rancherías, que atraviesan valles y desiertos y llegan a las ciudades se va dibujando la República, mientras que en el centro se lucha por afianzar un intento imperial.
Dicen que un fantasma recorre México.
Como en aquellos días cuando Carlos Marx y Friedrich Engels asustaron al mundo con el manifestó comunista.
Tal vez ese fantasma, a muchos asuste..
La pregunta es:
¿En esto de las elecciones y de arrimar votos, en Cajeme se le ayudara a Andrés Manuel López Obrador, o Andrés Manuel López Obrador le ayudara a Cajeme?.
