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El trasiego de tránsfugas políticos en México

Raúl Héctor Campa García
Miércoles 17 de Enero de 2018
 

El poeta y escritor lituano-polaco, Czeslaw Milosz (Lituania 1911- Cracovia 2004), fue premio Nobel de Literatura en 1980. Desempeñó cargos diplomáticos que realizo de 1946 y 1950, siendo agregado cultural de la Embajada de Washington y primer secretario en la Embajada de Polonia (de la Polonia Popular-comunista-) en París.

Pero con su novela, El poder cambia de manos, Premio Europeo de Literatura (1953) y su ensayo El pensamiento cautivo y con sus insobornables actos, su honesto y valiente pensar, rompió con el régimen comunista en la época de Stalin, por lo que tuvo que sufrir el exilio intelectual, por no escribir lo que al estado comunista convenía. Primero vivió en París, posteriormente en los Estados Unidos de Norteamérica, regresando a Polonia, al establecerse el régimen democrático, donde murió. No se le puede llamar Tránsfuga del comunismo, ya que fue un defensor de la intelectualidad y del libre albedrio del ser humano. No cedió su libre pensamiento, que intentaron tenerlo sujeto a un Estado Totalitario. Es solo un ejemplo de congruencia, del pensar, el decir y del hacer.

Nada comparable con “nuestros ilustres”, saltarines políticos mexicanos.

La palabra trasiego tiene dos acepciones, una que define el cambio de una cosa de un lugar a otro –trasegar-, especialmente de alguna sustancia o liquido de un recipiente a otro. Se utiliza el término, por ejemplo, en las rutas para contrabandear algún género, sustancias, drogas, etcétera: “el trasiego de drogas, a los Estados Unidos”. La otra acepción: actividad y movimientos intensos de personas o cosas.

Tránsfugas, personas que realizan “transfuguismo”: que huye de una parte a otra. Por ejemplo, políticos tránsfugas que se van de un Partido a otro.

A estos “balconearemos” en este escrito.

Desde que los Partidos de oposición al PRI, accedieron al poder (como dijo Felipe Calderón: “…Como dicen en mi pueblo, haiga sido, como haiga sido…); el “trasiego” de personajes, “de nuestros autóctonos políticos”, de partido en partido y de algunos que en estos tiempos se volvieron “independientes”, es muy frecuente. Así es este fenómeno de cambiar militancias, como de pañales (quizás por la disentería= diarrea con sangre y calentura). Políticos que se han convertido en Tránsfugas, en busca del anhelado hueso, que no han podido o han dejado de roer en su original partido, y más en estos tiempos de búsqueda de la alternancia del poder, andan en busca de quien les dé un espaldarazo para asirse al poder.

Sería enorme la lista con los nombres de estos trásfugas o tránsfugas (es lo mismo, es lo mismo, diría el “padre Ramón”), de los que han “trasegado” por estas rutas, en busca del codiciado botín político, andando de saltimbanquis, como acróbatas de circos de varias pistas. Que, por cierto, ningún partido, ni los ahora “independientes”, se han salvado de que lleguen estos chapulines, en busca del acercamiento a los “tlatoanis”, de los que son o se creen dueños de partidos, o de ya una candidatura de facto, aunque anden en “precampañas”. (Excepto López Obrador…TAMBIEN. Dijo el borrachito).

Si bien la lista, reitero, sería larga, pero se puede tomar algunos ejemplares representativos de estos “eximios” (“excelentes”; no ex gorilas) de la fauna política mexica, empezando de mayor a menor (de edades o de grandes “perfiles grillezcos”) y ustedes lectores le pueden adjudicar a la especie su origen y su trasiego para llegar en donde ahora se “encuevan”.

No omito decir, que el mayor proveedor de estos ancestros especímenes ha sido el partidazo, del que antes llevaban todos, sus colores en sus pechos (y no eran del equipo de futbol, América), los colores plagiados de nuestra Bandera Nacional por El PRI. Pero la promiscuidad política, se está viendo con la normalidad con que se observa a dos hombres (masculinos) agarraditos de la mano. Así hemos visto a Porfirio Muñoz Ledo, Alfonso Durazo, Juan José Rodríguez Prats, Elba Esther Gordillo, de la mano de Chente Fox; Manuel Bartlett, Monreal, Durazo, de morenos… perdón, de Andrés Manuel López Obrador; Javier Lozano, Ernesto Cordero, la Gordillo, de la manita de Calderón; Rosario Robles, primero con Cuauhtémoc Cárdenas, y ahora muy agarradita de la manita de Enrique Peña Nieto.

Estos son solo una pequeña muestra de muchos políticos con “ideologías mixtas”, con un denominador común: todos eran del PRI (excepto Felipe Calderón), o no se han sacado el priista que llevan dentro, “…con el que luchaba todas las noches Felipe…” ¿A este, lo vencería ya el Priozuario?).

El transfuguismo, ya no solo es proveedor el PRI; ahora son todos los partidos, hagamos de cuenta “un bacabaque político” o cocido de varios colores (partidos), dado por variedades de verduras y carne de res, ahora sazonado con un toque especial por un Chef gourmet, llamado “Independiente” y muchos huesos que roer, pada darle sabor al caldo.

Cajeme y en todo el Estado de Sonora, también, ustedes lectores, pueden identificar y hacer una larga lista de estas (“no tan raras”), especies de “políticos, como los frijolitos saltarines”.

Ruta del trasiego: 1.- PRI-PRD-PAN –PT-PANAL- VERDE.2.-PRD-PT-PRI-MORENA. 3.- MORENA (ajonjolí de todos los moles). 4.- PAN--MC-PRD e INDEPENDIENTES.

Como la canción de José Alfredo Jiménez: “…Cuatro caminos hay en mi vida, cuál de los cuatro será el mejor”.

¿Qué incertidumbre…chingado? ¿Exclamará la ciudadanía?

#PARACAMBIARYOMEINCLUYO.Dr. Campa Raulhcampag@hotmail.com

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