Socavón, es un hundimiento que se produce en el suelo, generalmente por haber una corriente subterránea o un algún espacio hueco bajo la tierra.Es pues un fenómeno de la naturaleza; cuando no mete las manos el hombre. El Estado, los gobiernos deben prevenir o evitar en lo posible, estos eventos dañinos provocado por aquella (desbordamientos de ríos, avalanchas, derrumbes, deslaves, etc.). Pero cuando se tiene el conocimiento de estas posibilidades y no se actúa, o hay negligencia del factor humano en ello, esto se convierte en un crimen.
El socavón que se produjo en un tramo carretero, en Cuernavaca, Morelos, fue por arbitrariedad o capricho corrupto de los responsable, tanto funcionarios de la SCT, desde el más encumbrado, que es donde se otorga la licitaciones (si es que hubo), los que “supervisaron” la obra y de la constructora encargada de la misma (ya muy comentado en los medios). Desgraciadamente se perdieron vidas humanas; este socavón fue noticia de primera plana en nuestro País, que trascendió internacionalmente. Primero por el hecho lamentable de la muerte angustiante de dos personas (padre e hijo), por el retraso en el rescate que no dio la oportunidad de salvarlos. La otra, el hueco que destapa otra vez la cloaca ya conocida en nuestro medio, de la mala calidad de algunas obras públicas, y los oídos sordos a las voces de los expertos en ingeniería. Los costos elevados de las mismas, sobre el precio real, acto muy conocido donde ya va integrada la mochada, que el concesionario agrega al presupuesto, pero que “lo compensa” en utilizar materiales inadecuados que repercuten en la calidad de las obras; quizás hasta se “ahorran” en el peritaje o la opinión de un ingeniero experto en la resistencia de materiales o hacen, criminalmente, caso omiso de ella.
Justificarse con decir que fue un lamentable accidente no fue lo correcto, es una burla a la sociedad de un inepto funcionario y sus mandos medios. No hay accidentes, cuanto algo sucede y se le nombra así: ES QUE ALGUIEN NO ESTA HACIENDO BIEN LAS COSAS.
“Aceptar un cargo o una responsabilidad, sin tener la capacidad para el mismo, allí empieza la corrupción”. Tal parece que en México, en cuanto a cargos políticos, esto es muy común. Cargos ocupados por personas que no llenan los perfiles, para esas encomiendan. Estos, los políticos corruptos le han estado haciendo un gran socavón (en sentido figurado) al País. La corrupción mata, echando por ese hueco a la ciudadanía sin culpa y que quiere vivir en paz.
A un gran porcentaje de la población del País, la están metiendo en ese gran socavón que abiertamente o subterráneamente, provocan los políticos, con las “corrientes del bajo mundo” queriendo derrumbar a una mayoría honesta de la sociedad que lucha día a día por ser mejor. Lamentablemente, también parte de la ciudadanía antes los hechos de corrupción, los ve como un espectáculo cotidiano, como si fuera una vulgar noticia de una página roja de un medio informativo amarillista. Lo más criticable, es que también en épocas electorales o no, la ciudadanía sufre de amnesia selectiva y todavía algunos se atreven a colocar en un pedestal a los políticos, poniéndoles nombres a calles, avenidas o colonias e inclusive haciéndoles estatuas o monumentos a personajes, que si se conociera su verdadera historia, nos daría vergüenza, como bien lo documenta Armando Fuentes Aguirre en sus libros “La otra Historia” (Hidalgo e Iturbide).
El País, necesita un solo socavón, pero que no dañe a la ciudadanía trabajadora y honesta, de todos los niveles y menos a los más vulnerables. Uno que se forme por debajo del Congreso de la unión y succione a todos los políticos corruptos (nada más a estos ¿Cuántos quedarían?). A los constructores de casas blancas, en Malinalco u otras zonas exclusivas que se construyen con recursos del pueblo, a los ranchos y otras propiedades mal habidas; socavón único para que entierre a los cínicos gobernantes de todos los tiempos y de todos los partidos, a los malandrines.
Un socavón estructurado por la ciudadanía; para que entierre a la corrupción, a la inseguridad, a los especuladores a los que enyerban a nuestra juventud, a los que no han hecho nada para disminuir la pobreza, para aquellos que quieren quitarle la pacífica y maravillosa edad infantil a nuestros niños, y no dejan que se desarrollen y aprendan la vida de acuerdo a su edad evolutiva, a esos que ponen en riesgo a los niños desde el momento de la fecundación. A los que niegan proporcionar los recursos necesarios para unos buenos salarios, para educación, salud, bienestar social y se quedan con ellos; aquellos que han destrozado familias, a su familia, a los que hacen las guerras matando a inocentes.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura y ex candidato a la presidencia del Perú, contra el nefasto Fujimori, decía, que los problemas de la democracia en la actualidad es que “la política no atrae a los mejores, atrae a los mediocres”.
“Los mejores se apartan de la política, porque la consideran sucia, corrupta, y es verdad, creo que el cáncer de la política es la corrupción”. Por supuesto no descubrió el hilo negro, pero desgraciadamente es una gran verdad y la ciudadanía lo sabe.
Pero también comentó: “esto tienen que ser enmendado… la política puede (debe) ser un instrumento extraordinario de renovación, de reforma social, de lucha por la justicia…de oportunidades para todos, un sistema de verdadera igualdad…que hay que inculcarle a los jóvenes… Si los mejores no van hacer política y solo van los peores…la política va a seguir siendo sucia, corrompida”. (Fuente: La Razón 28 de noviembre 2013. Tomado de Infocajeme).
Comentó un escritor en una Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, respecto al escritor peruano: “… que bueno que perdió contra Fujimori, porque la política nos hubiera quitado la oportunidad de seguir leyendo a un gran escritor…” (No es literal, pero más o menos así lo dijo).
En conclusión la mala política le están haciendo un gran socavón a México, donde el pesado aumento de la pobreza, no la han disminuido las políticas sociales; socavones políticos que cobran vidas inocentes, familias que quedan con un gran dolor, que no se reponen con indemnizaciones, que “ocultan” la intención de que todo se olvide y la vida siga su curso, sin molestar a los corruptos y corruptores.
#PARACAMBIAYOMEINCLUYO
Dr. Raúl Héctor Campa García
