José Gpe. Hernández
Lunes 24 de Octubre de 2016
GOBIERNO DEL ESTADO DE SONORA
GOBERNADORES TRADICIONALES DE LA TRIBU YAQUI
PRESIDENTES MUNICIPALES DEL SUR DE SONORA
POBLACIÓN EN GENERAL:
Quienes firmamos el presente pronunciamiento, hacemos pública nuestra posición en relación a los hechos violentos sucedidos el viernes 21 de octubre del año en curso en el pueblo yaqui de “La loma de Bacum”, para ello manifestamos lo siguiente:
No se puede permitir que en las diversas regiones de nuestro estado, la violencia en cualquiera de sus vertientes, sea la manera de resolver diferencias, por complejas que éstas fueren.
No se debe manejar, ni creer la versión de que los hechos violentos sucedidos el 21 de octubre fue un problema interno entre grupos de “La loma de Guamuchil” y de “La loma de Bacum”, quien lo entienda así, es un irresponsable, que intenta marginar la razón autentica del conflicto.
Es evidente que en los últimos 25 años, concretamente desde el gobierno del estado que encabezó Manlio Fabio Beltrones Rivera, la etnia yaqui, ha sido rehén de los intereses económicos de diversos grupos de poder, lo que ha provocado divisiones en la etnia que cada vez más, tienden a complicarse, y mientras más se complican, más son los beneficios de los políticos-empresarios, que amparados en los gobiernos locales en turno, continúan enriqueciéndose, aprovechando sus tierras, sus aguas y cualquier riqueza natural que encuentren.
Los caciques locales, se consideran modernos, que juegan, según ellos, con las reglas de la globalización, pero lo hacen sin respetar reglas básicas: Transparencia y manejo responsable, tanto de los recursos económicos públicos y privados que ponen en juego, lo que solo permite, y es lo que pretenden, que la riqueza generada se concentre en unas pocas manos, claro, otorgando migajas a unos cuantos, pero miseria y retraso a cientos de miles, esa “globalización” no es el camino.
Por otra parte, podemos advertir que las estructuras orgánicas del gobierno estatal, así como de las administraciones municipales, desde hace lustros, fueron rebasadas, no se evidencia capacidad para bien administrar los bienes públicos, enfrentar los problemas socio-económicos propios de éstos tiempos, planear, dirigir con eficiencia y templanza las regiones de nuestro estado, ese, desde nuestro punto de vista, es la principal causa de los serios problemas de seguridad pública y de administración de los recursos públicos que actualmente enfrentamos los sonorenses.
La ineficiencia del gobierno estatal y de los gobiernos municipales, es evidente, no existe en Sonora, una administración pública que pretenda beneficiar a la mayoría de la población, predominan las viejas prácticas, por ejemplo, controlar con jugosos convenios económicos a los medios de comunicación visuales y escritos, promover divisiones en comunidades rurales y citadinas, corromper liderazgos, imponer condiciones, etcétera.
Por lo anterior, el problema de las comunidades yaquis no es interno, lo promueven grupos bien identificados, con bastante poder económico y una de sus tantas empresas es el gasoducto que pasa por la etnia, como antes lo fue el acueducto, qué sigue?
Es tiempo de las cosas se pongan en su lugar, si a la modernización, al avance productivo, pero con equidad y justicia, basta de imposiciones, que nos dividen y generan violencia, BASTA.
