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Los apóstatas en la política

Raúl Héctor Campa García
Viernes 29 de Julio de 2016
 

Una persona que abandona sus ideales o su religión públicamente para seguir otros u otras doctrinas diferentes, se le define como un apóstata. Termino muy utilizado en cuanto al cambio de una creencia religiosa, por otra o definitivamente abstraerse, después de profesar una religión o volverse escéptico.

A través del tiempo, en cuanto a la religión, ha habido conocidos apóstatas, ejemplos: Martín Lutero y Juan Calvino, que fueron los pilares de la reforma Protestante, en contra del catolicismo.

Lutero, refieren algunos autores, estando en su lecho de muerte, veladamente pidió perdón a la iglesia católica (?). Pero esto solo es una introducción al tema que hoy me ocupa. La apostasía en política.

En los años 80’ un grupo de PRIISTAS inconforme con las cúpulas que dirigían a ese partido o quizás por no conseguir sus proyectos o propósitos políticos, formaron una corriente crítica al interior del Partido, que por su apariencia “democrática” de esa manifestación, agradó a una gran parte de la ciudadanía en ese entonces. Personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, entre otros “notables” del aquel entonces “invencible” partido del poder hegemónico, encabezaron ese movimiento de autocrítica de ese Instituto Político. Al no tener eco (supuestamente) al interior, junto con otros personajes de la izquierda nacional, formaron el Frente Democrático Nacional (FDN), vestigio de los que es el PRD. También se les unieron algunos intelectuales ligados a la izquierda: como el ex Rector de la UNAM, Pablo González Casanova y Elena Poniatowska y gentes militantes de la izquierda como Heberto Casillo, Pablo Gómez, Amalia García y muchos activistas del movimiento estudiantil del 1968; cuando menos los que no vendieron sus conciencias al Partido en el Poder (PRI). Algunos comentan que el sonorense Ángel Verdugo, fue de estos últimos, quizás porque lo relacionaron mucho, con el Beltronismo, que al igual que muchos de aquellos jóvenes, posteriormente fueron colaboradores del Gobierno de Luís Echeverría Álvarez o seducidos por el sistema que ideológicamente combatían.

Con la conformación de FDN (posteriormente PRD) la desbandada de priista fue notoria, apoyando la candidatura por primera vez al gobierno de la República, del Ingeniero Cárdenas en 1988, contra Carlos Salinas de Gortari. Miguel de Lamadrid era Presidente de México y Manuel Barlett Díaz el Secretario de Gobernación; a este le “ordenaron” (según asegura el mismo) “la caída el sistema”, cuando realmente ganaba la elección presidencial, Cárdenas. Ahora ambos comparten la apostasía en diferentes partidos, etiquetados de izquierda.

Los primeros “Apostatas” del régimen PRIISTAS entre ellos, el mismo Cuauhtémoc, Porfirio Muñoz Ledo, convencieron o “arrastraron” a otros renegados del Partido: López Obrador, el mismo Manuel Barlett (ahora en el PT), Dante Delgado (que formó Convergencia y ahora el Partido Movimiento Ciudadano –PMC-, que quiere o hace creer que es de una ciudadanía independiente. Hay ilusos que le creen). Estos solo es una pequeña muestra representativa de muchos de estos “herejes” de sus raíces grilleriles.

Actualmente no es solo el PRI, es el mayor “proveedor de apóstatas” a todos los partidos. Del mismo PRD han “roto filas” sus militantes para irse al PT, MoReNa, al PAN u otro Partido o convertirse en “rémoras” de PRI como el Verde Ecologista o el PANAL. Del mismo PAN, han emigrado al indefinido de extrema ambigua (PRI), a los partidos de izquierda o al PMC. Los apóstatas políticos cunden por todo el País (hasta en Sonora. Como muestra: Alfonso Durazo, Javier Gándara y una lista grande).

Con este panorama político que nos muestran todos los partidos, con la renuncia de sus militantes para buscar “otras aventuras”, en otras supuestas ideologías; nos ponen a pensar que a la mayoría de los políticos o de los militantes de los partidos, la relevancia de la ideología ha quedado en el olvido o solo queda como etiqueta, incongruente en el actuar de quien presume ser de Izquierda, derecha Republicana o la indefinida centro izquierda o derecha, liberal o conservador e inclusive irse de un partido para

convertirse en lo que está de moda y atrae a muchos ex miembros de algunos partidos: ser un “Ciudadano Independiente”. De estos últimos, probablemente va ver varios en las próximas elecciones, que lo único que van a lograr, fraccionar las votaciones y favorecer a un Partido (PRI), con la premisa de: divide y vencerás. A menos, como probablemente se está gestando, que la ciudadanía conforme junto con algunos partidos, un Frente Nacional Opositor. Tal como sucedió en Chihuahua en las pasadas elecciones.

A los políticos, por todo lo anterior, no les importa lo que en esencia es la buena política, la de servicio, la de la buena administración de los bienes de una nación, la de crear los satisfactores indispensables para una vida digna, basada en una buena educación, salud, fuentes de trabajo y una eficiente alimentación. Procurar un desarrollo armónico de una sociedad, desde los Municipio, los Estado y todo el País.

A la mayoría de los políticos solo les importa la política como su “modus vivendi”.

#PARACAMBIARYOMEINCLUYO.

Dr. Raúl Héctor Campa García

Ciudad de México. 29 de Julio del 2016 raulhcampag@hotmail.com

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