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En nuestro país, se tiene documentado por expertos economistas y sociólogos que un poco más del 50% de sus habitantes viven en la pobreza y de esos el 20 % viven en una indignante pobreza extrema. El resto que pertenece a la clase media, media alta y medía jodida que es donde se sustenta la economía y prácticamente la fuerza del trabajo formal, representa quizás un porcentaje por abajo del 40 % y el resto es la minoría de elite burguesa, que no nada más son dueños del poder económico, sino también del político; cuando menos algunos de estos elitistas manipulan a los políticos, haciéndolos entrar a sus círculos transformándolos en “nuevos” ricos.
Si bien es cierto que algunas fortunas son bien habidas, con esfuerzo real y una honestidad a cabalidad. Unas heredadas sin menor esfuerzo y otras son forjadas a través de la deshonestidad, de corruptelas políticas que se sabe, pero que ni los propios gobiernos, ni la sociedad hacemos algo por combatirla.
Aunque los gobiernos son los primeros responsables para frenarla, pero no lo hacen porque están coludidos, embarrados en contubernios, como se ha ventilados en los medios RESPONSABLES y en otros medios (IRREPONSABLES) se solapan porque también son “maiceados” por los políticos y como dijo un político de moda nacional “A POCO NO”.
De algunos amigos (Gracias Dr. Guillermo Gutiérrez Calleros y Ciberpeds), leí las frases cínicas que dijeron en su momento algunos políticos que adquirieron sus fortunas y también la de sus “bonys” herederos, que tienen sus cuentas bancarias multimillonarias en el extranjero. Ejemplo del nepotismo ramplón de estos “pobres”… de espíritu y de sensibilidad social, ricos miserables.
Por ejemplo de lo dichos por algunos de esos políticos: José López Portillo (“lo pées” por pillo; le decía el pópulo). “Defenderé el pesó como un perro”. Pero ladró mucho, por los millones de pesos que se robó. De los billones de dólares que se robó su hijo José Ramón a través del cobro del 10% por barril de petróleo vendido por México, JOLOPO dijo con desfachatez: “Es el orgullo de mi nepotismo”, “vamos bien por ese camino”, “México es el país del futuro” (cuentas bancarias multimillonarias en suiza de mis hermanos y mías). “Debemos prepararnos para administrar la abundancia”. Pero la abundante riqueza robada por él para su familia. Mientras el pueblo en la miseria.
Carlos Hank González, de un humilde maestro rural, se hizo político y uno de los hombres más ricos de México (con dinero robado y sangriento; que heredo a sus hijos dueños de hipódromos, casinos, equipo de futbol, zoológicos privados y un largo etcétera. “Un político pobre, es un pobre político”. Por eso se esfuerzan los políticos que inician para no ser lo que sentenció aquel pobre “maistro rural”. El pueblo, bien-jodido-gracias. El no ¡porque fue muy ahorrador!
Fidel Herrera, ex gobernador de Veracruz. Muy afortunado el señor, explica su fortuna, en que le ha pegado varias veces al “gordo de la lotería”. ¿Le estará pegando también –o bateando- al Gordo Duarte, que gobierna Veracruz? El “Infiel Herrera”.
Políticos con grandes ranchos, fraccionamientos y haciendas; como “La Chingada”, Los Amoles, Casas Blancas en fraccionamientos exclusivos, aquí en México, en USA y Europa, Lomas Bonitas. Etc.
De todo esto están más que informados muchos periodistas, muchos valientes y honestos que lo externan y otros por vivir del Chayote, pues fingen demencia y se venden al mejor postor y algunos “grandes” y galardonados por ser “excelsos periodistas” son multimillonarios por los “moches”.
Estos políticos y algunos periodistas han de ser como aquel personaje griego: Aristipo de Cirene, un tipo sumiso y por adulador vivía lujosamente y satisfecho en la corte de Dionisio, tirano de Siracusa que al conversar con el gran filósofo del Tonel, Diógenes, que era un tipo independiente y decidido a vivir su propia vida. Estando Diógenes comiendo un plato de lentejas se le acercó Aristipo, el adulador y le dijo: ah Diógenes…si hubieras aprendido a mentir y adular no estarías ahora comiendo lentejas. A lo que Diógenes respondió: ¡pobre Aristipo! Si tú hubieras aprendido a comer lentejas no tendrías necesidad de adular y arrastrarte por el suelo. Zaaas hay les hablan.
La pobreza en nuestro país propiciada en su mayor parte por gobiernos corruptos de miserables políticos que mal administra los recursos de la nación, la han convertido no solo en una cultura, si no como parte del “Folklor mexicano”, que no son solos los bailes típicos de las regiones. No en los majestuosos y hermosos trajes folklóricos de cada estado. Si no el cotidiano vestir de las etnias y población en general que muestra la vergonzosa pobreza de nuestro país, sus típicas artesanías por lo general mal pagadas, pero que son una “atracción turística”. Sus viviendas; como ejemplo los Tarahumaras, hasta la actualidad viviendo en sus cuevas, los lacandones en sus paupérrimas “chozas” y muchas otras etnias del país en sus casas de adobe y de cartón. Los cordones de pobreza en las periferias de las ciudades, durmiendo en cloacas, o improvisadas “moradas”, donde sufren las inclemencias meteorológicas; las grandes urbes con sus ruinosas vecindades y “ciudades perdidas” peores que las favelas de Brasil; asentamientos precarios en muchas ciudades del país.
Pobres de aquí y del mundo que han inspirado grandes obras literarias como: Los Miserables, de Víctor Hugo; Los de debajo de Mariano Azuela, Los Hijo de Sánchez, de Oscar Lewis e inclusive; La Dama de las Camelias, de Alexandre Dumas hijo, entre otras más, donde se muestra la miseria y la escoria denigrante de una sociedad desprotegida por la estulticia de los gobernantes.
Ningún mexicano y ninguna persona de cualquier país merecen una vida indigna, no merece vivir en pobreza.
Pero lo más indignante es la riqueza obtenida negándole a la población, obras, servicios, educación, fuentes de trabajo, sana diversión, salud y los mínimos satisfactores para una existencia digna y con más oportunidades por igual para mejorar su estatus. Los gobernantes solo hacen obras que se obligan a hacer, para también hacerse de recursos para ellos y sus secuaces.
Pobre México, por tener a tantos políticos miserables.
Pero son más los buenos y hay esperanza, porque no todo es malo, pero lo malo habremos de erradicarlo con férrea voluntad de una ciudadanía honesta y participativa.
#PARACAMBIARYOMEINCLUYO.
Desde el D. F.
Dr. Raúl Héctor Campa García
raulhcampag@hotmail.com
