Este 11 de Julio nuestra Institución, el Itson, llega a su 60 aniversario, en todo este tiempo, como entidad viva que es, la misma ha experimentado etapas de estabilidad, armonía y entendimiento así como momentos arduos, críticos y azarosos, lo primero nos ha servido para crecer y fortalecernos como Universidad y lo segundo para determinar aquellas áreas de oportunidad que como Institución aún tenemos que trabajar. Independientemente de ello siempre hemos tratado de responder de la mejor manera a la expectativa que de nosotros se tiene.
En este sentido creo que esta conmemoración es el momento oportuno para reflexionar sobre la manera en que podemos dinamizar las actividades sustantivas de nuestra universidad, formación, investigación y extensión de la ciencia y la cultura, así como las operaciones de soporte, añadiendo valor a la interacción que tenemos con las personas, con nosotros mismos y con la comunidad.
En el caso de las personas, individual o colectivamente hablando, para enriquecer los tradicionales conocimientos, habilidades, actitudes y valores con nuevas expresiones que tiendan, en ese mismo orden, a la comprensión, la capacidad, la consistencia y el compromiso. En el caso de nosotros mismos como universidad sustentada en el trabajo, el valor y el servicio, para que conservando los procesos académicos y administrativos acreditados y certificados basados en indicadores de eficacia, eficiencia y efectividad, incluyamos aquellos que nos hablen de relevancia, coherencia, y pertinencia. Y en el caso de la comunidad en la que estamos insertos y a la cual nos debemos para avanzar de los resultados cuantitativos y cualitativos válidos por sí mismos a contribuciones que reflejen nuestra incidencia en aspectos como el consenso, la transparencia, la responsividad, la corresponsabilidad, la inclusión y la cordialidad. Todo ello con un único fin: libertad; una libertad económica, política, social, religiosa, cultural; en otras palabras una libertad íntegra, impecable y total.
Con base en esto y de cara a los retos que enfrentamos no creo que la respuesta esté en volver al pasado, tampoco en continuar con lo que no nos ha dado resultados y mucho menos en dejar todo de lado y empezar desde cero, por el contrario creo que reconociendo lo que somos, lo que hacemos y lo que tenemos, pero más aun lo que podemos ser, hacer y tener, debemos trabajar día con día por ese ideal que nos hemos establecido pues convencido estoy que la única manera que tenemos de trascender en nuestra Universidad es construyendo juntos un mejor Itson para todos.
Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
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