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La Autonomía del ITSON

Eduardo Estrella Acedo
Jueves 25 de Junio de 2015
 

Tengo en mi poder copias de cartas que dirigí a quienes gobernaban a Sonora en los años 70s exponiéndoles las intenciones de los cajemenses para tener su propia Universidad.   Del período de don Faustino Felix Serna solo me tocaron unos meses y poco tiempo hubo para que hubiera mayores concesiones para cambiar la estructura del ITSON.    Abrigamos entonces grandes esperanzas en el licenciado Carlos Armando Biebrich Torres y ante él expuse repetidamente los argumentos para que nos diera bases legales para reformar a la Institución. 

En el periódico EL IMPARCIAL del 25 de Mayo de 1975, aparecieron unas declaraciones del licenciado Alfonso Castellanos, Rector de la UNISON que yo interpreté que era el propio Gobernador quien las hacía utilizando a Castellanos para decirnos que no a la solicitud de una Institución autónoma en Cajeme.  Contesté, no a Castellanos porque era perder el tiempo y de esa mi respuesta extraigo los siguientes párrafos de mi carta dirigida al licenciado Biebrich fechada el 9 de Julio de aquel año

Nunca ha sido mi interés iniciar una polémica en relación a la existencia de una Universidad en el Sur de Sonora, por pensar que existen formas más racionales de resolver este tipo de problemas, máxime tratándose de una institución cuyo objetivo último es el cultivo de la inteligencia.  Sin embargo me siento obligado a dar mi opinión con respecto a las declaraciones del señor Rector de la Universidad de Sonora.

En entrevista concedida al señor Jesús Blancornelas  reportero del periódico El Imparcial… el Rector  … hizo ciertas declaraciones en relación a la imposibilidad de la creación de otra universidad en el Estado…  A continuación haré algunos comentarios … desde un punto de vista estructural más que legalista:

En relación al aspecto económico de tener dos Universidades  en el Estado… el señor Rector dijo que económicamente sería de hecho imposible: no hay recursos oficiales ni otras fuentes de abastecimiento económico capaces de atender a la actual universidad … menos habría para dos.”

Contesté, dirigiéndome al Gobernador Biebrich:  Las tendencias modernas en cuanto al financiamiento de las universidades difieren de la opinión del … rector. … En un artículo de Arlindo López Correa aparecido en “El devenir de la educación”, tomo III, págs. 57 a 60, Editorial SEP-70’S, se dice que … en lo que concierne a los recursos, puede preverse que la educación se beneficiará con un tratamiento particular… el mundo comprenderá que se trata de un bien que no es raro y que es, sin embargo, en la escala de valores de la sociedad moderna, el más precioso de todos los bienes del mundo: la inteligencia humana.

Seguí diciendo: …frecuentemente, el deseo de las poblaciones de ver escolarizar a sus hijos es muy fuerte y esas poblaciones estarían dispuestas  a hacer esfuerzos adicionales para el establecimiento de las escuelas de sus hijos…

Con lo anterior quiero constatar lo importante que es tomar en cuenta lo que son las dinámicas regionales, por un lado; y por otro, tener presente que entre el norte y el sur de Sonora la problemática económica, educativa y social es diferente.  Esto es, la motivación y no la represión es el camino para la existencia de un desarrollo armónico  de las diferentes comunidades que integran el Estado de Sonora.

En la misma carta, al referir otra parte de la declaración del rector Castellanos, dije al licenciado Biebrich: Con respecto a la incorporación del ITSON el rector con un criterio legalista declaró  que … no se ha tomado en cuenta lo dispuesto por los artículos 5º fracción 7ª  así como los artículos 7 y 14 de la Ley Orgánica de la UNISON.

Es decir, Castellanos exigía un mayor rigor en la incorporación del ITSON a la UNISON y que el ITSON no debería ni siquiera planear sin antes consultar a la UNISON.   Y lo peor es que tenía razón pues eso decía esa ley, pero cerraba los ojos a un legítimo clamor social del sur del Estado. El de Castellanos era un criterio legaloide y egoísta.  Pero él era solo quien nos transmitía el mensaje, no su autor.

Todavía más: en la Asamblea de ANUIES celebrada en Querétaro en Abril de aquel año (1975), el ponente Vidal Luna Rivera de la Universidad de aquel Estado, demostró que Sonora era una entidad con baja captación y alta emigración de sus jóvenes.   Esto es, nuestra UNISON estaba lejos de captar la demanda de los muchachos sonorenses

Terminé diciendo al Gobernador: Con lo anterior quiero recalcar que la existencia de dos universidades … en el Estado de Sonora no solo es necesaria sino que sería un lujo el no tenerlas… el financiamiento de dos centros de enseñanza superior es factible, sabiendo canalizar esas erogaciones al  financiamiento del nivel superior, cantidades que actualmente escapan a la fiscalización del Estado y su beneficio está repercutiendo en beneficio de otras entidades del país.

Siempre creí que el licenciado Carlos Armando Biebrich acabaría por entender nuestro legítimo deseo de tener en Cajeme una institución universitaria, pero los hechos de Octubre de 1975 cambiaron el curso de las cosas. Ël renunció y su separación causó confusión.

Precisamente en ese Octubre de 1975 estábamos planeando inaugurar nuestro Centro de Cálculo en la Colonia Campestre construido con aportaciones de los diversos sectores del sur del Estado a través del Patronato, y en especial de quien lo presidía.  El poder público no aportó cantidad alguna para ello.

En cuanto pude, me presenté con el nuevo Gobernador licenciado Alejandro Carrillo Marcor a quien invité a la inauguración y aceptó.  Fue una bonita ocasión y la mejor oportunidad para exponer al Ejecutivo nuestras ideas de la creación de la “Universidad del Valle del Yaqui” que él escuchó con oído de maestro universitario. 

Debo decir que confiados en que el licenciado Biebrich nos daría la razón, habíamos empezado dos años antes a transformar la estructura del ITSON, dejando de ofrecer el primer ingreso a las preparatorias, ofreciendo licenciaturas, cobrando colegiaturas y estableciendo el sistema de crédito educativo.   Dimos inicio a la realización del replanteamiento estructural sin tener el soporte legal y eso nos causaba una enorme preocupación pues si no conseguíamos nuestros propósitos, estaríamos causando un grave daño a los jóvenes que se inscribían en nuestras carreras. 

Ante aquel problema, en carta del 1º de Diciembre de 1975, expuse al licenciado Carrillo que era ya absolutamente necesaria una ley orgánica nueva.
 
Poco después, el 1º de Marzo de 1976,  le expuse a don Alejandro:  …Reitero ahora mi planteamiento al Gobernador, al Jurista y al Maestro, sobre la inaplazable necesidad de promulgar una nueva Ley orgánica que sea un instrumento para continuar su proceso de transformación… Para la Comunidad en general, la transformación de nuestro Instituto se resume en su conversión a Universidad.  Se trata de un anhelo ya arraigado profundamente.  Bajo ese nombre se llama ya con frecuencia al ITSON y se nos recuerda a cada paso que el señor Gobernador prometió hacerlo realidad… Estamos a pocos meses de enfrentarnos a una seria crisis de legalidad.  No existe otra solución que promulgar una nueva Ley orgánica que permita continuar el proceso de transformación… Estudiantes, maestros, directivos y Comunidad en general deseamos la ley y tenemos confianza en usted…

Esas eran nuestras urgencias para pedir la autonomía y la libertad académica.  El Gobernador Carrillo nos entendió y nos cumplió, enviando al Congreso del Estado el proyecto de ley correspondiente que se aprobó por unanimidad en sesión del 29 de Septiembre de 1976 dándonos el soporte legal para seguir trabajando conforme a lo que habíamos empezado desde tres años antes.  Éramos libres  y teníamos el mismo estatus que la UNISON. 

La ley desde entonces vigente fue producto de muchas sesiones y de asesorías de gentes valiosas y conocedoras de la educación.  Colaboraron muchos de aquellos jóvenes profesores locales, así como los que habíamos traído de otras partes del Estado y del país.  Con la mortificación de no citar a todos los que quisiera y a manera de ejemplo, cito a Felipe Muzquiz, Heriberto Amaya, Ernesto Delgado, Roberto Marcor; y asesores externos como Alfonso Rangel Guerra, Rafael Velazco Fernandez, Olac Fuentes Molinar.

En su artículo segundo de nuestra Ley Orgánica dice: El Instituto Tecnológico de Sonora es un organismo público descentralizado, de carácter universitario, con personalidad jurídica y patrimonio propios, autónomo en cuanto a que en el ejercicio de sus funciones de enseñanza, investigación y difusión, el Instituto dictará sus propios ordenamientos,  organizará su funcionamiento y aplicará sus recursos económicos en la forma que estime conveniente.  Su domicilio estará en Ciudad Obregón.

Aquello valió la pena.  Cajeme tiene su propia Universidad y nada malo ha pasado.  Al contrario:  Sonora tiene ahora más de cuarenta opciones universitarias y ofrece muchas oportunidades para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos.

Recordaré siempre con un gran respeto a don Alejandro Carrillo Marcor, a los profesores, a los trabajadores de intendencia, al Patronato y en especial a su entonces  presidente, a nuestros asesores externos y a todos los que hicieron posible el logro de esta meta.

Autonomía, Libertad académica, departamentalización, eliminación del nivel preparatoria, creación de licenciaturas y maestrías, extensión a Navojoa, antes que nuestra querida UNISON pensara en extensiones, crédito educativo, facultad para reconocer estudios hechos en otras escuelas o en otras universidades, incorporar ante el     ITSON a escuelas particulares, etc.

A veces siento que mucha gente no ha entendido la importancia de todo ésto y que ha habido quienes no quieren que se entienda y estorban estas historias para arrogarse méritos de  algo que ellos no hicieron. 

Pero los cimientos del ITSON se pusieron entonces.  Lo demás ha sido cosecha de lo sembrado.

Junio de 2015.



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