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¿De qué ha vivido Javier Gándara Magaña?
QUERIDO AMIGO JOSÉ CRUZ BEDOLLA: Como te gustaba tanto la política, debes estar molesto, mientras asomas, indiscreto, a la pantalla de mi computadora, porque no entro en materia cuanto antes. Pero no voy a hablar de un político ambicioso y corrupto antes de despedirme formalmente de ti, mientras voy archivando tus recuerdos.
Puse atención en ti, Pepe, en abril de 1967 (¡hace 48 años!, ¿pero qué son para ti allá, donde el tiempo te hace los mandados?), cuando te colaste con los estudiantes universitarios recibidos en Mexicali por el presidente Díaz Ordaz para buscarle arreglo a la huelga. ¿Qué demonios hacías ahí? ¿Creyó el Presidente que eras un estudiante más? No creo, por algo te llevaron luego en avión de Sonora al campo militar No. 1 en la Ciudad de México.
Desde entonces me encantaron tus juicios rotundos y certeros acerca de los políticos, sobre todo de los gobernadores de quienes fuiste amigo (todos, creo). No eran ofensivos, aunque la verdad haya ofendido a alguno. Tu salud declinó y no hubo tiempo de conocer tus opiniones acerca de este desmadre que, ya sabes…, sí, sí, te lo cuento enseguida, Pepe, compañero que te fuiste, aunque sin marcharte, creemos tus amigos..
¿QUE NO HA VIVIDO DE LA POLÍTICA, ¿CREEN?
No hace mucho, cuando los editores y directores de periódicos tenían concepto de la ética, no vendían la primera plana a los políticos. Hace tiempo que “El Imparcial” saca la primera plana envuelta en cuatro planas en las que un súper anuncia los precios de la carne, los frijoles y el papel sanitario. Y ayer salieron en la mera primera página las calumnias de los panistas contra la candidata Claudia Pavlovich. “Inserción pagada”, dice una línea, como si así se justificara la indecencia.
Javier Gándara hace ostentación, en ese espacio, como lo ha hecho en otros, de que no ha vivido de la política, como si vivir de esa actividad, autorizada por las leyes, fuera un delito. Da lugar a delinquir, como en el caso de Padrés y sus cómplices, Gándara incluido, pero eso es diferente.
Que no cobró sueldo mientras fue presidente municipal de Hermosillo, dice la inserción pagada. ¿Y cuando fue secretario de Turismo y director de la Comisión de Promoción Económica con el gobernador priista Armando López Nogales? ¿Por qué ocultan ese tiempo en que, desatada su ambición insaciable, rendía pleitesía al PRI?
Nos hubiera salido menos oneroso que hubiera cobrado su sueldo y no que se hubiera clavado lo de los medidores del agua, especulado con terrenos del Municipio y malbaratado la planta TIF, entre otras lindezas.
Reprocha a Claudia que ella no es empresaria (como los que ocultan el valor de sus bienes y consiguen que el gobernador les perdone el pago de impuestos) y que ha vivido “siempre” de la política. Este señalamiento es canallesco. Varios años ha vivido Claudia compartiendo los ingresos y los bienes de su marido, que también son suyos, dedicada a deberes que nadie podría hacer en su lugar: los de madre y de esposa. Se encarga aún de ellos, pero en una etapa que le permite servir en el más alto cargo de la entidad y promover que los saqueadores de Sonora devuelvan lo que nos han robado.
La acusan de haber votado la reforma fiscal, como si ésta hubiera dependido sólo de ella. ¿Y los votos de los legisladores panistas? ¿Y la abusiva imposición del COMÚN? ¿Y el apoyo de Javier Gándara al acueducto, que dividió a los sonorenses?
Consideran, los que pagaron la inserción, que Gándara lleva la ventaja de “haber gobernado”. ¡Ignorantes e imbéciles! El gobierno se divide en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. En los tres y desde los tres poderes se gobierna. Si no, podemos reconozcan que está por encima Claudia porque Gándara no ha legislado. Claudia lo ha hecho a nivel local y federal. Ha actuado en altas esferas de la política, desconocidas para Gándara, que sigue siendo un rico de pueblo. Y eso sin contar que sabemos “cómo” ha gobernado. ¡Por eso preocupa que aspire a gobernador!
Hasta dónde nos ha llevado la pregunta ¿de qué vivido Gándara?
