• Banner
  • Banner
Jueves 25 de Abr de 2024
El tiempo - Tutiempo.net

Banderillas

Carlos MONCADA OCHOA
Sábado 23 de Mayo de 2015
 

Doy término a mi libro “Asalto a Sonora” con una “Radiografía de Guillermo Padrés” que cubre cuatro páginas. Conforme se siguen acumulando las corruptelas, debidamente probadas, del gobernador, en una lista que se antoja sin fin, me convenzo de que me faltó una observación importante: que Padrés no es un delincuente de ocasión, como los rateros que se meten a una casa porque vieron por casualidad una ventana abierta, o los que asaltaron una vez porque su familia se moría de hambre o tenían un enfermo grave en casa.

  Necesitaría un psicólogo para orientarme, de acuerdo con los datos que daré a continuación.

  Como se hizo público en su oportunidad, el Consejo Estatal Electoral lo sancionó en 2009 por hacerse publicidad anticipada con aquellas bardas que ostentaban el anagrama de su nombre: GUIRELLMO PARDES. La violación a la ley había sido cometida en agosto de 2008 y los abogados alargaron el asunto con los recursos y mañas a su alcance, pero a pocos días de las elecciones la sentencia quedó firme por resolución del Tribunal Electoral Federal: 1,500 salarios mínimos de  multa.

  Padrés no pagó. Vinieron las elecciones, las ganó y siguió sin pagar. Nunca pagó. El mecanismo para pagar este tipo de multas consiste en que las autoridades electorales pongan al tanto a la Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado, y ésta le cobren al infractor. Un mandatario sin mentalidad de delincuente se habría apresurado a pagar o a hacer que pagaba, para dejar limpio su expediente. Padrés, no; todo indica goza cuando alguna travesura, aunque alcance la dimensión de delito, le sale bien. Para un psiquiatra esta manera de actuar ha de tener una denominación clínica.

   En los últimos días de la campaña de 2009, el PRI encendió la alarma sobre lo que esperaba a Sonora si ganaba Padrés. El 22 de julio le publicó una página entera informando a la opinión pública que el Bank Hapoalum BM de Israel lo había demandado, junto con sus hermanos, por fraude  de Dos Millones de Dólares. El 30 de junio, el último día en que se podían hacer publicaciones de índole política, el abogado de Padrés publicó un desplegado en el que con gran sangre fría sostuvo:

   “Se ha afirmado que Bank Hapoalum BM prestó dinero a mi cliente, el señor Guillermo Padrés Elías, lo cual es falso. Dicha institución no prestó ni un centavo a mi cliente. Reitero: Guillermo Padrés Elías no recibió ni un centavo del mencionado banco”.

  ¡Qué cara dura de estos individuos! Ciertamente, Padrés y hermanos no le habían pedido dinero al banco, sino a una empresa que, al ver que no le pagaban los Dos Millones de Dólares, endosó al Banco el pagaré respectivo. No le habían pedido prestado al banco de manera directa, pero están obligados a pagarle porque es el dueño del pagaré endosado.

  Pues bien, hace tiempo  se sabe que Padrés y familia acumulan millones de dólares como resultado de diversas operaciones. Un mortal común y corriente, como este columnista y sus lectores, se preguntan por qué no aprovecha el gobernador la bonanza y le paga al banco israelí. Pero ése no es el chiste; el chiste para él es burlarse de la ley y de los que se conducen de acuerdo con la ley. Una vez más, debe experimentar el gobernador, al dejar al banco israelí con un palmo de narices (al menos de momento) sin el pago que le corresponde.

   Por ese deleite que le produce delinquir y sentirse superior al evadir las sanciones, considero que se requiere un estudio psicológico, tal vez también psiquiátrico, para explicar su conducta.

  Esto del Banco es muy interesante. Si hay interés de los lectores lo puedo relatar aquí con apoyo en documentos judiciales. Ustedes me dicen.

carlosomoncada@gmail.com

Política de Privacidad    Copyright © 2006-2024 InfoCajeme.com. Todos los Derechos Reservados.