¿Qué tal si mejoramos nuestras aptitudes políticas con los debates?
Me llamó la atención la frecuencia con que estuve escuchando ayer que el debate de los candidatos fue insulso y aburrido, que los dos candidatos fuertes no aprovecharon la oportunidad para romperle la cabeza a su adversario, que no hubo propuestas.
Si se hubieran trabado en una discusión múltiple arrebatándose la palabra y echando miradas asesinas a sus oponentes, mezclando en el relajo una que otra pregunta fuerte, los criticones no se habían sentido satisfechos; los hubieran reprobado a todos por conducirse como salvajes. Y en este encuentro, en el que hubo directas e indirectas pero, en general, resultó civilizado, les reclaman que no se hayan agarrado del chongo.
Supongo que hay muchos que no saben identificar una propuesta y afirman por eso que no las hubo, pero en la prensa se publicó un cuadro con las que hizo cada uno de los candidatos.
También se lamentan los exigentes electores de que los candidatos dicen qué debe hacerse pero no cómo. ¡Todavía no están en el gobierno ni conocen los presupuestos futuros para hacer cuentas! Al contrario, se debe desconfiar del que anuncia que canalizará a un municipio una cantidad desorbitada. Es seguro que está mintiendo. Podría suceder también que, aunque un candidato ya traiga en mente una estrategia económica, se la reserva para que los adversarios no la copien.
No faltó quien criticara a los candidatos de oposición por enfocar sus baterías al gobernador Padrés y no al candidato panista. Eso es un acierto, porque detrás de Gándara esta Padrés y votar por el primero, como justamente lo señaló Claudia, es aceptar que el segundo se reelija.
Debe recordarse que el del martes fue el primer debate; el segundo se efectuará a mediados de mayo y entonces quedarán solamente dos semanas de actividad partidista. Es evidente que ahí sacarán a relucir los aspirantes sus mejores armas y su máxima habilidad discursiva.
En mi opinión, los ciudadanos nada aportamos al avance de la democracia si criticamos sin ton ni son. Hay que analizar por nuestra cuenta y no esperar que las autoridades electorales nos hagan todo el trabajo.
Ayer aparecieron en los periódicos encuestas que favorecían en cien por ciento a Claudia y encuestas que favorecían en cien por ciento a Javier Gándara. Este juego es viejo y debemos aguardar que las encuestas respaldadas por la autoridad profesional de sus autores ratifiquen alguna de ellas.
Lo que se me antoja lamentable es que varios empresarios hayan aceptado firmar felicitaciones para Gándara ANTES de que se efectuara el debate, como lo muestra el hecho de que tales felicitaciones se insertaron en planas distintas. Esta gente de dinero debiera dar ejemplo de ecuanimidad, por mayor prisa que tengan en ocupar un buen lugar en la fila de quienes esperan hacer negocio –o continuarlo—al amparo de relaciones políticas.
Señalo, finalmente, una falla de la prensa sonorense y otra del Instituto Estatal Electoral. Ningún medio hizo un reportaje sobre los debates del pasado, que ayudarían a corroborar si se ha avanzado en la materia o nos hemos estancado. En cuano al IEE, igual que hace seis años relegó a los periodistas a una sala aparte, cuando hay tantos detalles que, reporteados adecuadamente y en vivo, dan rico marco informativo a estos eventos. Ojalá en el futuro encuentren una forma de proteger de ruidos y voces ajenas a quienes debaten, a la vez que ofrecen a los periodistas la máxima facilidad para cumplir su cometido.
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