|
El legendario general Chino, Tsun Tzu, cuyas estrategias de guerra se siguen conservando y dando como buenas por todos los ejércitos del mundo solía decir que las largas campañas militares constituyen una lacra para el país y decía además, dos cosas que aplican a las mil maravillas en la lacra en que se ha convertido ya la guerra de Calderón en contra del narco; “si la victoria tarda en llegar, las armas pierden el filo y la moral decae”; y, “ nunca ha existido una guerra larga que haya beneficiado al país”.
Por lo visto las sentencias del general Chino siguen teniendo vigencia hasta nuestros días y pintan de cuerpo entero el escenario que se vive en el frente calderonista: Una guerra que, como dice el senador Manlio Fabio Beltrones en su artículo que publicó ayer el Universal, estamos muy lejos de obtener los resultados esperados y, al prolongarse la cuestión, se percibe, en cualquier recorrido por el país la preocupación de los ciudadanos por los crecientes enfrentamientos y los cada vez más frecuentes casos de presuntas violaciones de garantías cometidos cuando, se dice, se investigan hechos delictivos.
Se refiere, ante todo el legislador sonorense a lo lejos que se ha llevado la guerra con sus altos costos, las pérdidas de vidas humanas – más de 17 mil, entre sicarios y civiles- y a las violaciones de las garantías individuales, concretamente al caso de las indígenas otomis, Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, cuyos casos de injusticia, ya le han dado la vuelta al mundo, pues hasta el momento y no obstante a que la PGR no ha podido convencer a nadie cómo es posible que cuatro gorilas de la AFI, hayan podido haber secuestrados por cuatro indefensas mujeres, estas aun sigan detenidas acusadas de un delito que tampoco se les ha podido comprobar.
En su escrito, Beltrones coincide plenamente con el propósito que guarda el recientemente nombrado Ombudsman sonorense Raúl Arturo Ramírez cuando habla de la necesidad de facultar a la las comisiones de derechos humanos de capacidad de investigación, dotándolos de atribuciones que, en su caso, les permitan realizar investigaciones en el caso de violaciones a las garantías individuales de los ciudadanos y lo mejor; dotarlos de atribuciones para presentar denuncias y capacidad para solicitar al Senado la comparecencia de funcionarios que no acaten las recomendaciones y para que a su vez, estos, puedan ser sujetos a moción de censura. Ojalá. Según el legislador, es un hecho que habrá acuerdo en ello pues hay consenso en comisiones y muy pronto se estará llevando al pleno para su aprobación. De así ocurrir, tendremos a una Comisión Nacional y, por consiguiente, en los estados, también, que dejara de ser una entidad casi muerta, pasiva, ante las demandas de una población que en la mayoría de los casos, busca más acercarse a los llamados organismos no gubernamentales de Derechos Humanos que a los establecidos por la ley.
FIERRITOS EN LA LUMBRE.
Si por la víspera se saca el día, ya podremos ir cruzando apuestas de cómo se pondrán las cosas en la asamblea del 24 de abril al que han sido convocados, de la manera más civilizada, en medio de golpes y madrazos, los transportistas integrantes del Suba y Concatrapsa. Por lo visto a algunos de los presentes en la reunión de este pasado jueves no les gustó el que Francisco Castro Escárcega se haya presentado ante la asamblea como el nuevo presidente de Concatrapsa en sustitución del malogrado ex dirigente, Javier Meza, asesinado, junto otros dos directivos del gremio. Castro Escárcega argumentaba a su favor que él se presentaba en tal calidad, porque así lo establece el reglamento interno de la empresa, pero esto no convenció a la mayoría de los ahí presentes lo que derivó en una batalla campal en la que, faltaba más, destacó el mano a mano y mentada contra mentada que se dieron los hermanos González Cameros.
En donde también se presagian nubarrones es por rumbo de Huatabampo luego de que el legislador local, Bulmaro Pacheco acaba de informar que en breve, la Contraloría Federal habrá de tomar cartas en el asunto del affaire en que se han visto envueltos los ex alcaldes del lugar, César Bleizeffer y Romeo Planagumá Paredes, en el que se habrían vendido algunos terrenos de playa a precios completamente irrisorios o a costo de pañuelos desechables como ha dicho el propio legislador. En donde no le falta razón es cuando dice que de no haber sido por la denuncia presentada y la intervención del Congreso en el asunto, estos terrenos ya hubieran sido cercados y puesto en manos de los gandallas particulares que más prestos que Ali Babá, aprovecharon la ganga pagando a 170 pesos el metro cuadrado de terreno de playa. Así o más descarados?.
Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com o al celular, 6449 972972
