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En la búsqueda de nuevas alternativas de siembra, la cebada maltera es una opción rentable para el Valle del Yaqui, esto de acuerdo a los primeros resultados de los ensayos que realizaron investigadores del Campo Experimental Norman E. Borlaug (CENEB) con las variedades Alina y Armida.
El MC. César Martín Armenta Castro, Jefe de Campo del CENEB, precisó que el objetivo de este trabajo de campo financiado por el Patronato para la Investigación y Experimentación Agrícola del Estado de Sonora (PIEAES), fue evaluar las variedades de reciente liberación por el INIFAP-Bajío, a través de fechas de siembra en el sur de Sonora para complementar el paquete tecnológico, entre otros componentes y así obtener altos rendimientos y calidad.
El también investigador detalló que la evaluación se realizó en las parcelas experimentales del CENEB durante el ciclo Otoño-invierno 2016-2017. Las fechas de siembra fueron: los días 1 y 15 de los meses de noviembre y diciembre del 2016, y enero del 2017.
Dentro de los resultados se encontró que la fecha de siembra más recomendable comprende desde el 15 de noviembre hasta el 15 de diciembre, sugiriendo como óptima los primeros 15 días de diciembre, periodo en el que alcanzaron desde 5,816 hasta 6,079 kilogramos por hectárea en este ciclo, sostuvo Armenta Castro.
Un aspecto importante, dijo, es que no se registró infección por roya en ninguna variedad ni en las fechas evaluadas, por lo que con estas variedades se puede contribuir a la producción de cebada maltera con calidad, recalcó el Jefe de campo del CENEB.
En México, los estados productores se ubican en la zona centro del país como: Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México, Guanajuato, Puebla, Zacatecas, Michoacán y Querétaro.
Aproximadamente el 70% de la superficie nacional es utilizada por la industria maltera en la producción de cerveza y el 30% restante corresponde a variedades que se utilizan primordialmente para alimentación de ganado.
